Esperan cerrar contratos de infraestructuras valorados en 2 billones de yenes
Grandes grupos japoneses esperan cerrar este año contratos de infraestructuras valorados en 2 billones de yenes (16.687 millones de dólares, 14.600 millones de euros) en Asia central, región por la que hoy inicia una gira el primer ministro, Shinzo Abe, para impulsar la presencia nipona.
Hasta el 28 de octubre, el jefe del Gobierno japonés visitará, acompañado por medio centenar de empresarios, Mongolia, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán, Kirguizistán y Kazajistán, países donde mantendrá reuniones al más alto nivel.
Turkmenistán será uno de los platos fuertes de la gira para acelerar la firma de contratos para proyectos energéticos, especialmente en lo referente a gas natural.
El país es el cuarto mayor exportador mundial de este combustible fósil, pero busca ahora ampliar su industria petroquímica para dejar de venderlo solo en crudo.
El grupo Mitsubishi espera cerrar pronto en Turkmenistán la construcción de una planta para procesar gas natural valorada en unos 500.000 millones de yenes (4.171 millones de dólares, 3.676 millones de euros), informó hoy el diario económico Nikkei.
Sumitomo Corporation y Mitsubishi Hitachi Power Systems ya tienen prevista también una planta termoeléctrica de 40.000 millones (333 millones de dólares, 294 millones de euros).
Pero, ante todo, la firma de ingeniería JGC y otros cuatro socios prevén sellar en los próximos meses un contrato de 1 billón de yenes (8.343 millones de dólares, 7.353 millones de euros) para una planta de purificación asociada al yacimiento gasístico de Galkynysh, el segundo mayor del mundo.
Durante la visita de Abe se firmará un memorando de entendimiento con la empresa pública Turkmengaz, encargada del desarrollo del yacimiento.
El grupo Mitsubishi también formalizará un acuerdo de 110.000 millones de yenes (917 millones de dólares, 808 millones de euros) para levantar una instalación que convierta gas natural en fertilizante en Uzbekistán, país en el que a su vez Toyota Tsusho concursará para desarrollar fibra óptica por valor de 10.000 millones (83 millones de dólares, 73 millones de euros).
En Kazajistán, el país con las segundas mayores reservas de uranio del mundo, Abe presionará para que Toshiba construya una planta nuclear, mientras que en Kirguizistán y Tayikistán se espera que el primer ministro anuncie alianzas para mejorar carreteras y otras infraestructuras básicas.
Japón quiere potenciar su presencia en Asia central, región condicionada por la persistente influencia de Rusia sobre las ex repúblicas soviéticas y en la que China ha aumentado su influencia en los últimos tiempos. (EFE)