Abe estudia medidas para suavizar la subida del impuesto sobre el consumo

Gravamen aumentará a 10 % dentro de dos años

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, instó a la creación de un sistema de tipos de imposición variable que reduzca la carga fiscal sobre algunos bienes de primera necesidad para suavizar la subida de dos puntos porcentuales del IVA prevista para abril de 2017.

Abe compartió esta directriz durante un encuentro con el exministro de Industria Yoichi Miyazawa, que presidirá el comité fiscal de su formación, el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD), informó la agencia Kyodo.

Miyazawa relevará esta semana a Takeshi Noda al frente de este panel, encargado de esbozar anualmente los planes de reforma fiscal del Gobierno nipón.

El primer ministro considera imprescindible articular medidas para reducir la excesiva carga que pueden encarar tanto pymes como los hogares con menor nivel de renta, explicó Miyazawa en declaraciones a Kyodo al término de la reunión.

En abril del año pasado, el Gobierno subió tres puntos el impuesto sobre el consumo que dejó el gravamen en el 8 por ciento y ahogó la demanda, lo que empujó a la tercera economía del mundo a la recesión técnica.

Abe optó entonces por retrasar a 2017 otra subida de dos puntos adicionales (que dejaría el IVA en el 10 por ciento) prevista originalmente para este mes y por articular medidas para suavizar la carga impositiva.

Sin embargo, en el seno del comité de política fiscal los roces han sido continuos entre el aún presidente Noda, que abogaba por un sistema de reembolso, y otros integrantes del panel que defienden el tipo de imposición variable por el que opta Abe.

De este modo, Miyazawa ha sido elegido para sustituirlo al frente del comité de cara a acelerar los estudios de viabilidad y a apaciguar también al socio de coalición de Abe, el budista Nuevo Komeito, que insiste en la imposición variable para reducir cargas en productos de primera necesidad.

No obstante, el propio Ministerio de Finanzas recela de este último sistema por la posibilidad de que reduzca la eficiencia a la hora de recaudar y porque se calcula que reducirá los ingresos de las arcas públicas en 1 billón de yenes (7.339 millones de euros/8.357 millones de dólares) anuales. (EFE)