Renunció dos días antes del primer crimen porque decía que alguien lo seguía
Vayron Jonathan Nakada Ludeña, el peruano de 30 años implicado en el asesinato de seis personas en la ciudad de Kumagaya, Saitama, renunció súbitamente a su trabajo dos días antes de que se produjera el primer crimen, informó Mainichi Shimbun.
Nakada trabajaba en una planta de procesamiento de alimentos.
El 12 de septiembre, el peruano llamó a la agencia que lo colocó en la fábrica para avisar de que dejaba el trabajo porque estaba siendo seguido por alguien vestido con traje y que no podía volver a la planta.
Tras realizar esa llamada, nunca más se presentó en el trabajo.
La razón que citó Nakada para su dimisión sorprendió a la agencia y en la fábrica, donde era considerado un trabajador muy serio, según Mainichi.
El peruano trabajaba en una línea de producción para el empaquetado de ensaladas. Llevaba poco tiempo ahí, desde el 15 de agosto. Hasta su renuncia, no había tenido faltas injustificadas. Takae Endo (63) y su esposo Emilio (64), de Paraguay, revelaron que Nakada estaba siempre solo. Los trabajadores latinos solían almorzar juntos y juntarse en los kyukei (descansos) para conversar, pero Nakada nunca se les unía.
Cuando alguien lo saludaba, él apenas respondía. La pareja paraguaya describió al peruano como una persona huraña y sombría.
Nakada llegó a Japón hace 10 años y se mudaba constantemente de trabajo. El 30 de julio de este año comenzó a trabajar en una fábrica en Saitama, pero pidió ser transferido porque no se sentía cómodo en el trabajo. (International Press)