Tokio protesta por operaciones chinas cerca de sus aguas
El Gobierno nipón ha protestado por el supuesto inicio de operaciones en las plataformas gasísticas que China ha instalado junto a aguas japonesas, al considerar que podrían acabar extrayendo recursos pertenecientes a territorio japonés.
El ministro portavoz nipón, Yoshihide Suga, indicó en rueda de prensa que Tokio ha presentado a Pekín una protesta formal por el aparente aumento de la actividad en estas instalaciones después que las autoridades niponas detectaran este mes el encendido de las antorchas de los sistemas de venteo de varias de las plataformas.
Suga detalló que estos sistemas, que normalmente indican que hay producción de gas, se han encendido en las cinco plataformas que China ha levantado este año junto a lo que Tokio considera la «línea geográfica equidistante» entre ambos países.
El ministro insistió en que el Gobierno nipón teme que, pese a situarse en el «lado chino» de esta línea, las instalaciones extraigan gas de yacimientos que se encuentren del lado japonés de esta demarcación.
«Es muy lamentable que (China) haya seguido adelante con el desarrollo unilateral (de yacimientos de gas), sin que ni siquiera se hayan fijado los límites concretos entre los dos países», dijo Suga en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Tokio asegura que el desarrollo de estas plataformas va en contra de un acuerdo firmado en 2008 para la explotación conjunta de yacimientos y ha instado al Gobierno chino a negociar un tratado que responda a lo firmado hace siete años.
Además, el Ejecutivo nipón ha acusado a China de ocultar en estas plataformas instalaciones militares para vigilar las actividades de las tropas japonesas en torno a las islas Senkaku (Diaoyu en chino), administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín.
Esto llevó al Ministerio de Defensa nipón a difundir el pasado julio fotos y localizaciones de la mayoría de las plataformas chinas para hacer público su recelo.
Según las coordenadas facilitadas por el Gobierno japonés, China habría desplegado estas estructuras en una franja de unos 150 kilómetros de largo, situada a unos 300 kilómetros al este de la ciudad de Taizhou (costa oriental china) y a unos 400 de la isla de Amami (suroeste de Japón). (EFE)