Cuestionada Ley de Seguridad sería aprobada esta semana
Más de la mitad de los votantes nipones se oponen a la reforma legal que pretende dar un mayor peso militar a Japón y que el Gobierno aspira a aprobar de manera inminente en el Parlamento, según una encuesta publicada hoy por el diario Asahi.
El sondeo muestra que el 54 por ciento de los encuestados se opone a la denominada Ley de Seguridad, que permitirá a Japón enviar tropas al exterior por primera vez desde la II Guerra Mundial, mientras que el 29 por ciento apoya el cambio.
En medio de una enorme controversia, el Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, espera aprobar definitivamente esta semana el que se considera el mayor cambio en materia de defensa que Japón afronta en 70 años, tras recibir luz verde de la Cámara Baja el pasado julio.
La encuesta elaborada vía internet durante el fin de semana entre un total de 1.994 ciudadanos japoneses muestra además cómo el 68 por ciento considera que no ha habido suficiente debate en torno a la reforma.
El Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe, y sus socios de Gobierno, Nuevo Komeito, acordaron someter la reforma a votación ante un comité de la Cámara Alta el próximo miércoles 16, con la intención de aprobarla en una sesión plenaria ese mismo día.
A pesar del rechazo del resto de partidos, el bloque gobernante cuenta con dos tercios del Senado, lo que hace prácticamente seguro que la reforma de ley salga adelante, aunque una moción de la oposición podría retrasar uno o dos días la votación.
El rechazo popular a la reforma, para la que ha sido necesario aprobar una reinterpretación de la pacifista Constitución nipona, ha quedado plasmado en constantes manifestaciones multitudinarias durante el proceso legislativo de la reforma.
Tras su aprobación definitiva, Japón podrá defender a aliados, como Estados Unidos, si son objeto de un ataque armado, y participar en operaciones de seguridad de Naciones Unidas.
Tokio también podrá aprobar más fácilmente el envío de sus Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) a zonas en conflicto y ampliar el apoyo logístico y de otro tipo para misiones de paz en el extranjero.
La misma encuesta muestra como la popularidad del primer ministro nipón ha caído hasta el 36 por ciento, el nivel más bajo desde que llegó al poder en diciembre de 2012. (EFE)