Dejarlos solos como en Japón sería impensable en otras partes del mundo
Noe Ando tiene solo 7 años, pero va sola a la escuela. Camina hasta la estación, toma la línea Yamanote y se apea en Shinjuku, donde se sube a un tren de la línea Chuo hasta Kokubunji.
Noe es la protagonista de un breve documental de la televisión australiana que muestra cómo forman a los niños en Japón desde muy temprana edad para ser independientes y hace hincapié en el contraste con la realidad en Australia.
Justamente el documental se titula «Los niños independientes de Japón»
Mientras en Occidente sería impensable que los adultos dejen que sus niños vayan solos a la escuela, en Japón es normal.
En el video, publicado por RocketNews24, vemos salir a Noe de su apato para ir a la escuela. No es cosa fácil, pues no está a diez minutos caminando. La niña tiene que tomar dos trenes y pasar por la estación de Shinjuku, la más concurrida del mundo. Y en hora pico. Si para un adulto puede resultar pesado, con mayor razón para un niño.
Una madre en Occidente vería probablemente con estupor cómo una niña de 7 años hace sola un viaje tan largo, pero la mamá de Noe tiene otra perspectiva: si sus padres no están con la niña, ella tiene que aprender por su cuenta a resolver las cosas. Por ejemplo, si pierde el tren o toma uno equivocado, tiene que descubrir por sí misma cómo salir del problema. Los japoneses aprenden a enfrentar retos desde pequeños.
Para un extranjero en Japón puede ser chocante ver a niños caminando solos en la calle, y seguramente se preguntará dónde están sus padres para asegurarse de que no les pase nada y lleguen sanos y salvos a la escuela.
El reconocido periodista estadounidense Jake Adelstein, experto en crimen organizado en Japón, recuerda que su propia hija, cuando tenía cuatro o cinco años, comenzó a ir sola a la escuela.
Adelstein explica que la sociedad japonesa y su cultura laboral tendrían que ser completamente reorganizadas si los padres se hicieran responsables por el transporte de sus hijos a la escuela todos los días.
El documental también nos presenta a Emily Fraser, una niña de 10 años a la que su papá lleva a la escuela todos los días. Cuando le dicen que si ella viviera en Japón podría ir a la escuela por su cuenta desde los cuatro años, sorprendida, dice “genial”.
En Japón es posible dejar a los niños que vayan solos a la escuela porque es un país muy seguro. El documental revela que Japón tiene más de cinco veces la población de Australia, pero menos de una cuarta parte de la tasa de homicidios. (Ya ni hablemos de América Latina, donde hay mucha más inseguridad y accidentes de tráfico).
Sin embargo, el secuestro y asesinato de dos niños, de 12 y 13 años, en Osaka el mes pasado, muestra los riegos de dejar solos a los pequeños. (International Press)