Bolsa de Tokio vuelve a cerrar con una caída
El Gobierno nipón expresó su preocupación por la «brusca» subida del yen frente al dólar a raíz de la situación de China, una evolución que podría dañar a la economía nipona tras la reciente contracción de su producto interior bruto (PIB).
«Creo que el movimiento (del yen) ha sido brusco, y esto significa que tendremos que continuar observando con detenimiento las evoluciones del mercado», afirmó el ministro nipón de Finanzas de Japón, Taro Aso.
El titular nipón añadió que por el momento el Ejecutivo «no considera» tomar medidas adicionales de estímulo, al ser preguntado sobre las consecuencias que la devaluación del yen podría tener en la tercera economía mundial, después de que ésta se contrajera un 1,6 por ciento en el segundo trimestre a ritmo anual.
El lunes, el dólar cayó casi un 5 por ciento frente a la divisa nipona, tocando brevemente su mínimo en siete meses de 116,15 yenes, en una jornada convulsa en los mercados internacionales desatada por las pérdidas masivas en las bolsas chinas y las dudas en torno a la economía del gigante asiático.
El martes el billete verde repuntó ligeramente y se cotizó en la zona baja de los 119 yenes, pero la fortaleza de la divisa nipona continuó pesando sobre la Bolsa de Tokio, que tras una jornada de altibajos cerró con una caída del 3,96 por ciento, la sexta consecutiva.
La apreciación del yen daña especialmente a los grandes exportadores nipones, que en 2014 registraron unos resultados récord gracias sobre todo a la debilidad de la divisa nacional, ya que esta tendencia aumenta su competitividad en el exterior e incrementa el valor de sus beneficios al repatriarlos.
El ministro nipón de Finanzas admitió que la devaluación de la divisa nipona «podría haber llegado demasiado lejos», y señaló que «podrían darse situaciones en las que el yen se fortalezca».
Por su parte, el titular de Política Económica y Fiscal, Akira Amari, afirmó que la crisis bursátil global «no ha sacudido los cimientos de la economía mundial», por lo que es necesario «mantener la cabeza fría». (EFE)
