El primer ministro Shinzo Abe hizo el anuncio tras reunirse con el Comite Olímpico esta tarde.
El Primer ministro nipón, Shinzo Abe, anunció hoy que ha tomado la decisión de «retomar desde cero» el proyecto del nuevo estadio olímpico de Tokio tras las críticas recibidas debido a su magnitud y excesivo coste.
«He decidido que vamos a empezar de cero el proyecto del Nuevo Estadio Nacional diseñado para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 en Tokio», explicó Abe, que aseguró que el recinto debe ser un lugar que guste tanto a los atletas como los ciudadanos.
Debido a esta decisión, que supondrá desechar el actual plan diseñado por la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid e incluso convocar un nuevo concurso, el estadio no estará listo como se esperaba para la Copa del Mundo de Rugby de 2019, reconoció el primer ministro.
Sin embargo, Abe insistió tras reunirse hoy con el presidente del Comité Organizador de Tokio 2020, Yoshiro Mori, que el recinto podrá terminarse a tiempo para los Juegos Olímpicos que acogerá la capital nipona dentro de cinco años.
El proyecto de la famosa arquitecta ha recibido una creciente ola de críticas tanto de los ciudadanos como de especialistas debido a su elevado coste y su diseño no adaptado al entorno urbano del recinto, que se construirá sobre el antiguo estadio de los JJOO de Tokio de 1964.
En este sentido, el primer ministro nipón aseguró que tras escuchar durante un mes a diferentes sectores implicados ha decidido «reducir el coste al mínimo» y que el diseño elegido sea «el más realista».
Según una encuesta reciente de la cadena pública NHK, el 81 por ciento de los ciudadanos japoneses se opone a la construcción del polémico estadio, mientras que sólo un 13 por ciento es favorable.
En las últimas semanas también se han intensificado las críticas desde diferentes sectores después de que sus responsables confirmaran que el coste de la sede central de los Juegos ascendería a 252.000 millones de yenes (1.855 millones de euros/2.063 millones de dólares), el doble de los presupuestado originalmente.
El proyecto ha enfrentado además al Gobierno central nipón con las autoridades locales de Tokio a cuenta de la parte de dinero que cada institución deberá aportar para su construcción.
El pasado mayo, el Gobierno ya introdujo en el proyecto original las modificaciones de retirar su techo retráctil y reducir el número de asientos fijos desde los 80.000 hasta los 50.000, con el fin de abaratar y acortar el tiempo de construcción. EFE
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