Gobierno busca que los trabajadores pasen más tiempo en familia
El Gobierno nipón presentó el miércoles una campaña en la que recomienda a los funcionarios que adelanten sus horarios y trabajen menos horas extra, con el objetivo de promover un mayor equilibrio entre vida profesional y familiar.
Bajo el lema «Empieza temprano, termina temprano», la campaña del Ejecutivo anima a los trabajadores a empezar su jornada laboral entre las 7.30 y las 8.30 horas -entre una y dos horas antes de lo habitual en la función pública- y dejar sus oficinas en torno a las 17.00 horas.
Con esta iniciativa, el Gobierno aspira a combatir el hábito de permanecer hasta la noche en el trabajo, muy arraigado en la cultura laboral nipona, así como a reducir el número de horas extra que facturan los funcionarios.
«Espero que esta medida actúe como catalizador para cambiar la costumbre de hacer jornadas laborales demasiado largas», afirmó el primer ministro nipón, Shinzo Abe, en declaraciones recogidas por la agencia local Kyodo.
Para dar ejemplo, el primer ministro afirmó que dejará de trabajar «pronto» y acudirá a visitar un museo por la tarde.
El objetivo es reducir las partidas presupuestarias destinadas al sueldo de los funcionarios, y al mismo tiempo facilitar que los empleados dediquen más tiempo a actividades de ocio y a sus familias, con el fin último de promover la natalidad.
El pasado abril, el Gobierno aprobó una proyecto de ley con el mismo fin y orientado al sector privado, que limita la remuneración por horas extra que pueden recibir los trabajadores asalariados.
La legislación laboral japonesa fija un límite legal de 40 horas semanales para todas las profesiones, aunque los cargos directivos de las empresas y determinados puestos de alta cualificación están exentos de este tope.
Japón se sitúa en el puesto 16 de los 34 estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en cuanto a horas medias trabajadas por año, con 1.735 horas en 2013, según los últimos datos disponibles.
Esta cifra está por encima de países como Alemania (1.338 horas), Francia (1.489) o España (1.665), pero muy lejos de los líderes en horas anuales trabajadas, México (2.237) y Grecia (2.037). (EFE)