Ambos países normalizaron sus relaciones hace 50 años
Los líderes de Japón y de Corea del Sur apostaron el lunes por «empezar de cero» sus relaciones bilaterales y «mirar juntos hacia el futuro», con motivo de la conmemoración de los 50 años de la normalización de sus lazos diplomáticos.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, y la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, manifestaron así su voluntad de mejorar los deteriorados nexos entre estos países vecinos, en distintos actos celebrados en Tokio y Seúl.
«Hace 50 años empezaron nuestras relaciones bilaterales. Ahora me gustaría mejorarlas y desarrollarlas junto a la presidenta Park, con la mirada puesta en el próximo medio siglo», afirmó Abe tras reunirse en Tokio con el titular surcoreano de Asuntos Exteriores, Yun Byung-se.
Abe destacó la importancia de que «hablen con franqueza» sobre sus discrepancias «por el bien de los pueblos de ambos países y de las generaciones futuras», según recoge la cadena estatal NHK.
En la misma línea, la presidenta surcoreana hizo un llamamiento a «dejar atrás la pesada carga de la historia y cooperar por una relación orientada hacia el futuro», durante su asistencia a un acto en Seúl para conmemorar el aniversario de las relaciones bilaterales.
«Este es el momento de empezar de cero», señaló Park en su discurso, recogido por la agencia surcoreana Yonhap.
Estas declaraciones llegan después de que los titulares de Exteriores de ambos países se reunieran el domingo en la capital japonesa y pactaran organizar próximamente una cumbre entre Abe y Park, la primera desde que ambos llegaron al poder en 2012 y 2013, respectivamente.
El principal foco de tensión es el asunto de las mujeres coreanas convertidas en esclavas sexuales por el ejército imperial de Japón en la II Guerra Mundial.
Los roces por las diferentes interpretaciones de estos hechos históricos se han agravado desde la llegada al poder en diciembre de 2012 del conservador Abe, conocido por sus iniciativas revisionistas.
Seúl exige a Tokio que se disculpe formalmente y compense a las víctimas, mientras que Japón considera que el caso quedó resuelto al normalizar sus relaciones con Corea del Sur en el acuerdo bilateral que firmaron en 1965.
Tras negar durante años el sistema de esclavitud sexual militar, Tokio lo reconoció cuando salieron a la luz pruebas claras en 1993 y se excusó, aunque Seúl mantiene que aquellas disculpas no fueron sinceras y reclama más indemnizaciones para las víctimas.
Japón y Corea del Sur también mantienen una disputa en relación a la soberanía del archipiélago Dokdo (Takeshima en japonés), reclamado por Tokio y administrado de facto por Seúl. (EFE)