El templo de Todaiji, en la provincia de Nara, es el más afectado.
Al menos 24 santuarios y templos en seis prefecturas distintas de Japón han sido objeto de actos vandálicos en los que han sido rociados con un líquido aceitoso, informó hoy la cadena pública japonesa NHK.
Algunas de estas edificaciones de madera son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y están declaradas tesoros nacionales de Japón.
La provincia de Nara (centro de Japón) es la más afectada con 14 casos, el más reciente de ellos perpetrado el viernes en el templo de Todaiji, donde se encontraron siete marcas hechas con una sustancia aceitosa similar a la encontrada en otros santuarios y templos desde febrero.
Los responsables del templo encontraron marcas en el pedestal de la estatua gigante de bronce de Buda del siglo VII emplazada en el lugar, la mayor del país, y en las estatuas de madera de los dioses guardianes de la puerta sur, entre otras localizaciones.
Hasta el momento, la policía desconoce la identidad del atacante y sus motivaciones, informó la cadena nipona.
Otros templos de la región de Kansai (centro) se han visto afectados por actos vandálicos similares.
Es el caso del templo de Toji y el Castillo Nijo, ambos situados en la ciudad de Kioto y designados Patrimonio de la Humanidad.
Entre los edificios afectados se encuentran el gran santuario de Mishima en Shizuoka (centro) y el templo de Naritasan Shinshoji en la prefectura de Chiba, al norte de Tokio. EFE
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