Modalidad de estafa del falso hijo sigue en aumento
Los casos de estafas a ancianos por parte de delincuentes que se hacen pasar por sus hijos para sacarles dinero siguen en aumento.
La policía de Tokio reportó un incremento de casos de gente mayor que vuela desde los sitios donde residen hasta el aeropuerto tokiota de Haneda para entregar dinero a los delincuentes, informó Mainichi Shimbun.
Las víctimas, presionadas insistentemente vía telefónica por los estafadores que aseguran ser sus hijos en aprietos económicos, toman un avión hasta Haneda para darles grandes cantidades de dinero a los “representantes” o “apoderados” de sus falsos hijos.
Desde el 28 de enero, la policía tiene registrados 13 casos de hombres y mujeres septuagenarios y octogenarios de Hokkaido, Fukuoka, Nagasaki, Kumamoto, Oita y Miyazaki a quienes los delincuentes les pidieron que volaran hasta Tokio. El monto del dinero estafado ascendió a unos 25,1 millones de yenes (210.000 dólares), aunque no en todos los casos los ladrones lograron salirse con la suya.
Un caso: el 22 de febrero, una anciana de setenta y tantos años de Kumamoto recibió una llamada de un hombre que se hizo pasar por su hijo. El sujeto le dijo que sus colegas y él habían hecho uso indebido de 20 millones de yenes (167.000 dólares) de la compañía para la que trabajaban y que necesitaban reponerlo pronto porque al día siguiente se realizaría una auditoría.
El estafador le dijo que tomara un avión hasta Haneda para entregarle el dinero. En el lobby del aeropuerto, la nerviosa anciana que miraba a su alrededor como si buscara a alguien llamó la atención de la empleada de una línea aérea que se le acercó para hablar con ella.
La anciana le contó todo.
En el aeropuerto, la mujer recibió una llamada del hombre, que le dijo que fuera a la estación de Shin-Seibijo. Cuando la empleada de la aerolínea tomó el teléfono, el estafador cambió el lugar de encuentro a la estación de Keikyu Kamata.
La empleada llevó a la anciana a una caseta de la policía en el aeropuerto. Tras contactarse con su verdadero hijo, la mujer se dio cuenta de que había sido engañada. Afortunadamente no perdió su dinero.
Un vocero de la policía tokiota pidió a los ancianos que cuando reciban ese tipo de llamadas se contacten con sus verdaderos hijos para verificar su autenticidad.
El policía hizo hincapié en que los estafadores presionan tanto a sus víctimas, urgiéndolas a que se dirijan al aeropuerto, que estas no tienen tiempo de reaccionar y procesar adecuadamente lo que está ocurriendo. Así caen más fácilmente en el engaño. (International Press)