Califica a víctimas de “cruzados y apóstatas” y asegura que habrá más atentados
Susana Samhan / EFE
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó hoy el atentado de ayer en Túnez, en el que murieron dieciocho turistas extranjeros, además de tres tunecinos y dos terroristas, en el primer ataque que reivindica en ese país del norte de África.
En una grabación de audio, difundida en internet y cuya autenticidad no pudo ser verificada, el EI afirmó que dos de sus combatientes, a los que identificó como Abu Zakaría al Tunisi y Abu Anás al Tunisi, fueron los autores del atentado.
La organización explicó que los dos terroristas, a los que describió como «caballeros del Estado Islámico», perpetraron el ataque con armas automáticas y granadas de mano en el Museo del Bardo, ubicado en el complejo de Seguridad del Parlamento tunecino.
Allí, los yihadistas «cercaron a un grupo malicioso de ciudadanos de países cruzados», quienes fueron «seducidos por los apóstatas (el Gobierno tunecino), que les adornó la tierra de Túnez para convertirla en un foco de su infidelidad y libertinaje», agregó el EI en su grabación.
En la operación, según el grupo radical, «decenas de cruzados y apóstatas» murieron hasta la irrupción de las fuerzas de seguridad.
El EI concluyó su mensaje de audio con la amenaza de que efectuará más ataques en la «tierra musulmana de Túnez», y que esto no ha sido más que «la primera gota de lluvia»: «No disfrutaréis ni de paz ni de seguridad».
El atentado se produjo en la mañana del martes cuando un joven de unos veinte años y aspecto occidental ametralló un autobús en el que viajaban cerca de 40 turistas hispanohablantes, viajeros de un crucero en el Mediterráneo que había hecho escala en Túnez.
Minutos después, al menos otros tres hombres atraparon a un numeroso grupo de rehenes en el interior del Museo del Bardo, el más importante de Túnez, y se atrincheraron en una zona ajardinada entre el citado museo y el edificio del Parlamento.
Entre las víctimas mortales hay dieciocho turistas de varias nacionalidades, incluidos dos españoles y dos colombianos. Hubo también 47 heridos, según las últimas cifras facilitadas por las autoridades tunecinas.
En los últimos meses, las fuerzas de seguridad de Túnez han detenido a centenares de sospechosos yihadistas, algunos de ellos acusados de pertenecer al grupo «Katibat de Okba Ibn Nafáa», aliado de Ansar Al Sharía (Los Partidarios de la Ley Divina), filial de Al Qaeda en Túnez, ante el temor de que el EI se expandiera por su territorio.
Este pequeño estado turístico del norte de África comparte frontera con Argelia y con Libia, donde existen filiales locales del Estado Islámico.
Desde la proclamación de un califato en Irak y Siria a finales de junio de 2014, la organización extremista no solo ha tratado de extenderse por estos dos países, sino que también ha perpetrado ataques en otros lugares en Occidente y África.
El director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman, dijo a Efe en declaraciones por teléfono que los tunecinos constituyen el mayor grupo de extranjeros entre los yihadistas en Siria, no solo dentro de las filas del EI, sino también del Frente al Nusra -rama de Al Qaeda en este país- y de otras facciones radicales.
«Calculamos que en Siria puede haber entre 3.000 y 4.000 tunecinos», indicó Abderrahman, quien subrayó que su ONG ha detectado también en los últimos meses un flujo de regreso de estos yihadistas desde Siria a Libia y Túnez, aunque no pudo precisar su número.
El analista militar libanés, el general retirado Hisham Yaber, apuntó, en declaraciones a Efe, que el EI cuenta en Túnez con un elemento de apoyo.
«Yo siempre digo que el terrorismo es como un pez y el ambiente es el agua, y en Túnez podemos encontrar ambas cosas», reflexionó el experto en movimientos yihadistas.
Yaber recordó que Al Qaeda ya estaba presente en este país, donde existen pequeños grupos extremistas que trabajan en la clandestinidad.
«Para mí, lo sorprendente ha sido cómo han logrado alcanzar la capital, porque no se descartaba que hubiera algún ataque en otras zonas, pero la capital ya son palabras mayores», señaló el general jubilado.
En su opinión, la solución al terrorismo en Túnez no puede ser solo militar, sino que también «hay que combatir las creencias de los terroristas a través de los medios de comunicación», además de mantener una coordinación con los Servicios de Inteligencia de países vecinos.
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