Es un paso importante para desmantelar la accidentada central nuclear
La propietaria de la accidentada central de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), anunció que para final de mayo espera haber descontaminado «más del 90 por ciento» de las miles de toneladas de agua radiactiva que hay almacenada en tanques en la planta.
El anuncio supone un paso importante dentro de las labores para desmantelar la central, que se prolongarán durante tres o cuatro décadas.
Actualmente en el recinto de Fukushima Daiichi se almacenan en tanques unas 280.000 toneladas de agua que fue empleada para refrigerar los reactores o que penetró en los edificios de la central y que necesita ser tratada.
Originalmente TEPCO esperaba haber logrado descontaminar todo este líquido para este mes, pero en enero anunció un retraso debido a complicaciones con las tecnologías empleadas para eliminar la mayor parte de isótopos radiactivos del agua.
La gestión del líquido almacenado y del que se genera a diario (la refrigeración de reactores y las aguas subterráneas que siguen penetrando a través de los cimientos suman 400 toneladas al día) es uno de los principales desafíos que encara TEPCO para mejorar la seguridad en la planta y reducir la posibilidad de vertidos al mar.
De hecho, el mes pasado la empresa admitió una nueva negligencia que supuso una nueva fuga de agua muy contaminada al Pacífico.
El tratamiento del volumen restante de líquido (menos de un 10 por ciento del total) requerirá «varios meses más» por ser agua salada, de la cual es más complicado remover el estroncio, según explicó la eléctrica en un comunicado.
En los momentos inmediatamente posteriores al accidente producido por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, TEPCO bombeó directamente agua del mar para enfriar los reactores afectados.
El desastre de 2011 provocó en Fukushima Daiichi el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones y vertidos radiactivos resultantes mantienen desplazadas a unas 70.000 personas que vivían junto a la planta y han afectado gravemente a la pesca, la agricultura y la ganadería local. (EFE)