Sin embargo, muchos propietarios se niegan a vender
El Gobierno nipón informó de que, por primera vez, ha adquirido terrenos cercanos a la accidentada central de Fukushima para almacenar en ellos tierra contaminada con material radiactivo emitido por la planta.
Estas parcelas forman parte de la extensión de 16 kilómetros cuadrados en los pueblos de Okuma (donde se sitúa la central) y Futaba que ha sido delimitada para almacenar la tierra extraída durante las labores de descontaminación, detallaron funcionarios del Ejecutivo nipón a Kyodo.
Así quedó estipulado en un acuerdo que el Gobierno firmó con la prefectura de Fukushima el pasado agosto.
Sin embargo, las parcelas adquiridas solo constituyen una pequeña porción de dicha superficie, ya muchos de sus 2.400 propietarios se niegan a vender porque no confían en que éste vaya a ser un depósito de almacenamiento temporal, como ha asegurado el Gobierno.
Todos los residentes de Okuma y Futaba tienen prohibido o restringido el acceso a sus casas desde el accidente provocado por el terremoto y tsunami de hace cuatro años y temen que, en su ausencia, sus localidades se conviertan en cementerios nucleares permanentes.
El Gobierno, en cambio, ve necesaria la creación de dicha zona de almacenamiento delimitada porque cree que los miles de sacos de tierra -ahora mismo repartidos por distintos puntos de la zona- no incentivarán el regreso de los residentes de ambos pueblos cuando se levanten las prohibiciones para acceder y pernoctar en ellos.
El tsunami y terremoto que devastaron el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011 provocaron en la central de Fukushima Daiichi el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones y vertidos radiactivos mantienen desplazadas a más de 68.000 personas que vivían junto a la planta y han afectado gravemente a la pesca, la agricultura y la ganadería local. (EFE)
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