Corte Suprema de Japón evaluará sistema de apellido único obligatorio
Esperanza. Es lo que siente un grupo de personas que cuestionan la constitucionalidad de los artículos del Código Civil japonés que obligan a las parejas casadas a elegir un solo apellido y prohíben a las mujeres volver a casarse en un lapso de seis meses después de divorciarse, tras recibir la noticia de que la Corte Suprema decidió examinar sus casos.
Emi Kayama, una escritora de 43 años que forma parte del colectivo, asegura que el asunto es fuente de aflicción para muchas parejas y que el sistema que fuerza a los matrimonios a escoger un solo apellido es inconstitucional, informó Mainichi Shimbun.
El tema no es nuevo. Hace 19 años, un comité asesor adscrito al Ministerio de Justicia japonés recomendó el establecimiento de un marco legal que permita a los casados mantener sus respectivos apellidos.
Kayama se casó en 2000 y optó por utilizar su apellido de soltera. Sin embargo, para contratos y trámites oficiales en general se le pedía consignar su “nombre real”. En 2004 presentó los papeles del divorcio para mantener su apellido de soltera, solo por formalidad, pues sigue con su esposo.
¿Cuál era su plan? Casarse nuevamente con su pareja una vez que se implantara un marco legal que permita que los casados mantengan sus respectivos apellidos. Sin embargo, poco se ha avanzando desde entonces, aunque la decisión de la Corte Suprema es un primer paso adelante.
La escritora subraya que “las leyes no han logrado ponerse al día con la sociedad, que ha cambiado”.
El sistema de apellidos separados tiene detractores en Japón, quienes creen que dañaría el espíritu de la unidad familiar, según Mainichi.
Por otro lado, una mujer de Okayama que presentó una demanda a propósito de un artículo del Código Civil que prohíbe a las mujeres casarse en un periodo de seis meses tras divorciarse, celebró la decisión de la Corte Suprema.
La mujer, que fue a juicio para divorciarse de su abusivo esposo y tuvo que esperar siete meses para volver a casarse, espera que las mujeres no tengan que pasar por lo que ella pasó. (International Press)