Negociaciones con el Estado Islámico para canjear rehenes se habrían estancado
Japón aguardó el viernes con tensa incertidumbre noticias sobre el periodista nipón secuestrado en Siria por el grupo Ejército Islámico (EI) sin que de momento se haya informado de nuevos avances sobre su liberación y después de que expirara el ultimátum dado por el grupo yihadista.
El ministro portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, insistió en rueda de prensa en que los funcionarios que están trabajando en el caso «están haciendo todo lo que pueden, paso por paso, para liberar al periodista Kenji Goto».
El grupo yihadista amenazó el jueves con asesinar al piloto jordano Muaz Kasasbeh, secuestrado en diciembre, si no le entregaban antes de «la puesta del sol, hora de Mosul (Irak)» a la radical iraquí Sajida Al-Rishawi, condenada a muerte en Jordania, a cambio de perdonarle la vida a Goto.
El Gobierno jordano accedió a intercambiar a Al Rishawi por los dos rehenes, pero el canje de prisioneros ha quedado aparentemente bloqueado debido a que Ammán pidió al EI una prueba de vida del piloto jordano para cumplir su exigencia de liberar a la terrorista, en la cárcel desde 2005.
El propio Suga expresó la frustración del Ejecutivo nipón, que no ha recibido nuevas noticias del EI, y lamentó que el grupo radical forzara en la víspera a la mujer de Goto a implorar públicamente por su vida bajo amenaza de asesinarlo.
El padre del piloto jordano hizo también un llamamiento al EI para que libere a su hijo.
El ministro portavoz nipón reiteró que el Gobierno de Tokio está trabajando codo con codo con el de Ammán para lograr la liberación de los dos rehenes.
La semana pasada, coincidiendo con el viaje del primer ministro nipón, Shinzo Abe, a Oriente Próximo, el EI envió un primer vídeo en el que le exigió que pagara 200 millones de dólares a cambio de no asesinar a Goto, capturado en octubre, y a otro ciudadano nipón, Haruna Yukawa, que fue ejecutado el pasado sábado. (EFE)