Con una tirada de 10 millones de ejemplares diarios, es el segundo más leído de Japón
El diario Asahi, el segundo más leído de Japón, se disculpó hoy en su portada por un artículo en el que afirmó erróneamente que empleados de la planta de Fukushima desobedecieron órdenes y huyeron en la crisis de 2011, lo que ha acarreado el cese de uno de sus principales editores.
La rectificación de este artículo publicado el pasado 20 de mayo ha supuesto un duro golpe para la credibilidad del rotativo, que cuenta con una tirada de unos 10 millones de ejemplares diarios, y ha recibido duras críticas de la opinión pública nipona e incluso del primer ministro, Shinzo Abe.
«Lamentamos profundamente haber publicado este contenido erróneo. Pedimos sinceramente disculpas al público, sobre todo a nuestros lectores y a todos aquellos que han trabajado en (la central de) Fukushima Daiichi», explica la tribuna publicada en primera página.
La historia sobre las inexactitudes publicadas por el rotativo, de tendencia liberal y antinuclear, ha copado también las portadas del resto de principales diarios de Japón: Yomiuri, Nikkei y Mainichi.
El editorial de Asahi vino precedido por una rueda de prensa celebrada la víspera donde el presidente del diario, Tadakazu Kimura, se disculpó entre solemnes reverencias y anunció el cese del editor ejecutivo Nobuyuki Sugiura y duros castigos para reporteros implicados, al tiempo que no descartó dimitir en el futuro.
En el artículo de mayo, Asahi afirmó que el 90 por ciento de los trabajadores de la planta de Fukushima, golpeada por el terremoto y tsunami de marzo de 2011, desobedeció al entonces director de la central, Masao Yoshida, y huyó a otras instalaciones.
El diario aseguró haberse hecho con la transcripción del interrogatorio al que la comisión de investigación del accidente nuclear sometió a Yoshida y que por ese entonces no se había hecho pública.
El Gobierno publicó este jueves esos documentos, en los cuales Yoshida dice que los trabajadores abandonaron las instalaciones pero que la decisión nunca estuvo en contra de sus órdenes y que además le pareció «de lo más correcta».
Tanto Kimura como el editorial de Asahi han atribuido el error a «interpretaciones incorrectas» y a que no se «contrastó suficientemente» la declaración de Yoshida.
El escándalo ha cobrado mayor dimensión ya que llega poco después de que Asahi admitiera también importantes errores en reportajes publicados en los ochenta y los noventa sobre el reclutamiento forzoso de mujeres coreanas para ser usadas como esclavas sexuales del ejército nipón durante la II Guerra Mundial. (EFE)