Pieza fue recibida en 1611 por Ieyasu Tokugawa, el primer shogún
Un prestigioso relojero creará una réplica de un reloj que el rey Felipe III regaló a las autoridades japonesas hace más de 400 años y que se conserva en un santuario de la ciudad de Shizuoka, según confirmó hoy a Efe un portavoz del centro religioso.
Se cree que la pieza fue regalada en 1611 a Ieyasu Tokugawa, considerado el unificador de Japón y el primero de la dinastía de shogunes (caudillos militares), que dominó el país entre 1603 y 1868, en agradecimiento por el rescate de la tripulación del galeón San Francisco, que naufragó frente a la costa oriental nipona en 1609.
El reloj de cobre, que se cree que fue fabricado en 1581 para Felipe II, se conserva en el santuario sintoísta de Kunozan, en la ciudad de Shizuoka.
Kunozan es uno de los muchos santuarios Tosho-gu -erigidos para consagrar la figura de Ieyasu Tokugawa- que existen en Japón.
En 2012, un experto de la sección de horología del Museo Británico examinó el reloj, que ya no funciona, y concluyó que no existen repuestos para la mayor parte de sus piezas.
Por ello, un prestigioso relojero holandés instalado en Londres, Johan Ten Hoeve, ha comenzado a desmontar cuidadosamente el dispositivo, de unos 20 centímetros de altura, y a limpiar el centenar de piezas que lo componen.
El experto estudiará cuidadosamente la pieza, que ha sido designada por el Gobierno nipón como bien de interés cultural, y construirá una réplica en Londres, la cual se espera exhibir en el santuario de Kunozan, una vez acabada.
Ten Hoeve ya creó para el Observatorio Real de Greenwich, en Londres, una copia de una máquina creada por Thomas Tompion (1639-1713), considerado uno de los relojeros más influyentes de la historia. (EFE)