La adicción al juego es uno de ellos
En diciembre, un grupo de legisladores japoneses presentó un proyecto de ley en el Parlamento para autorizar y promover el establecimiento de casinos en Japón.
¿Qué consecuencias acarrearía su legalización? ¿Tendría un alto costo social?
Japón tiene que prepararse para lidiar con los problemas relacionados con el juego que afectan a países donde el casino está legalizado, según Asahi Shimbun.
En la provincia surcoreana de Gangwon, existe una situación endémica de adicción al juego. Hombres de 50 a 69 años pasan todo el día en el casino gastando una media de 770.000 wones (68.4000 yenes o 671 dólares).
Un surcoreano de 63 años se volvió adicto al casino tras ganar 3.000.000 de wones (293.000 yenes o 2.876 dólares) en un solo día hace alrededor de un año y medio. El hombre renunció a todo lo que implicara gastos (privándose incluso de tabaco y alcohol) para tener dinero para jugar. Hoy recibe tratamiento en un centro de apoyo para adictos al juego.
Alrededor del casino hay alojamientos baratos donde viven los jugadores que han perdido todo y no tienen dónde quedarse. Están atrapados por el vicio: trabajan en el casino para ahorrar dinero que luego pierden jugando en él. Existen más de cien personas en esa situación.
El casino se inauguró en 2000. En aquel entonces, la ciudad donde se asienta tenía 25.000 habitantes. Hoy tiene solo 15.000. ¿Por qué? Muchas familias han emigrado porque los padres no quieren criar a sus hijos en un sitio en el que abundan bares, casas de empeño y salas de masaje que ofrecen sexo.
Además, los casinos no generan buena imagen. La región china de Macao, capital mundial del juego, no puede evitar ser relacionada con mafias y lavados de dinero.
Asahi subraya que la economía de un país se vigoriza con los casinos, pero también aumentan los problemas sociales. Japón debe estar preparado. (ipcdigital)