Actualmente solo representan el 2 % de la energía total generada
Japón apuesta por aumentar el uso de energías renovables a más del 20 por ciento de su generación eléctrica total para 2030, según el borrador de su primer plan energético desde la crisis de Fukushima aprobado por la coalición gobernante.
El documento, que aún debe recibir el visto bueno definitivo del Ejecutivo, es el primero de este tipo desde que Japón se viera obligado a cambiar su política energética a raíz de la crisis nuclear de Fukushima de abril de 2011.
Las dos fuerzas que componen la coalición de Gobierno, el Partido Liberal Demócrata (PLD) y el Nuevo Komeito, han discrepado hasta el último momento a la hora de definir qué peso tendrán las energías renovables como alternativa a la nuclear, según informó la agencia Kyodo.
La primera versión del plan nacional, publicada a finales de febrero, calificaba a la energía nuclear como «una fuente eléctrica importante» para el país y aseguraba que el Gobierno la promoverá, aunque también ponía énfasis en acelerar la introducción de energías renovables.
Algunas voces defendieron un enfoque más ambicioso y para ello pidieron fijar objetivos numéricos sobre las energías renovables, sobre todo desde el partido Komeito, según el citado medio.
El documento final señala la necesidad de introducir las energías limpias «por encima de objetivos mencionados en planes anteriores», y recuerda que en 2010 se estableció que las renovables debían suponer el 20 por ciento del suministro energético total para 2030.
Las renovables suponen únicamente el 2 por ciento de la energía total generada en Japón, según los últimos datos oficiales de 2012, que no incluyen a las centrales hidroeléctricas.
En Japón hay actualmente 48 reactores nucleares desconectados a raíz del accidente en la planta atómica de Fukushima, y de ellos dos -ubicados en la planta de Sendai (suroeste)- han accedido a la fase final del proceso de revisión de seguridad, y podrían ser los primeros en reactivarse, este mismo verano.
Un total de 17 reactores en 10 plantas nucleares de todo el país están siendo sometidos a inspecciones para determinar si cumplen los nuevos requisitos de seguridad.
El incidente provocado por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 puso en jaque al modelo energético nipón, dependiente en un 30 por ciento de las centrales nucleares, y abrió el debate sobre este tipo de energía, rechazado por cuatro de cada diez nipones según las últimas encuestas. (EFE)