Gobierno japonés busca financiar la seguridad social de un país que envejece muy rápidamente
La primera subida del impuesto sobre el consumo en Japón en 17 años entró hoy en vigor con el objetivo de financiar el cada vez más costoso sistema de seguridad social, y ante el temor a que disminuya el gasto de los ciudadanos, componente esencial en la economía del país.
El incremento impositivo, que aumentó el gravamen del 5 al 8 por ciento, se activó hoy, día en el que empieza el ejercicio fiscal en Japón, y supone la primera subida desde que en 1997 subiera del 3 por ciento -nivel en el que se introdujo originalmente en 1989- al 5 por ciento.
El Gobierno estima que la actual subida incrementará su recaudación en unos 5 billones de yenes (35.200 millones de euros o 48.485 millones de dólares) durante este ejercicio y en unos 8 billones (56.314 millones de euros o 77.568 millones de dólares) anuales a partir de 2015.
La medida pretende costear la seguridad social de un país con una población muy envejecida sin tener que recurrir a la emisión de deuda y mejorar así su salud fiscal, la peor del mundo desarrollado.
La subida del impuesto ha propiciado un aumento de las compras de última hora en el país asiático, tradicionalmente muy sensible a estas subidas, lo que hace temer un frenazo en el gasto de los consumidores, un componente que supone el 60 por ciento del PIB nacional.
Para atemperar el impacto de la subida el Gobierno de Shinzo Abe aprobó un plan de estímulo de 5,5 billones de yenes (38.689 millones de euros o 53.287 millones de dólares), aunque algunos estiman que puede resultar insuficiente.
Por eso, muchos siguen atentamente la posibilidad de que la Administración Abe y el Banco de Japón activen medidas de flexibilización monetaria adicionales en verano si, tras el parón en el consumo que se espera en las próximas semanas, el rebote no es suficientemente fuerte.
Abe volvió a insistir hoy, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, en que su Gabinete tomará «todas las medidas necesarias» para que la medida no ahogue el consumo y Japón pueda salir del ciclo deflacionario de los últimos 15 años, principal objetivo que se planteó al llegar al poder en 2012. (EFE)