Robo se produjo en metro de Barcelona a fines del año pasado
El 29 de diciembre del año pasado, un turista japonés viajaba en el metro de Barcelona cuando le robaron su iPhone. Al día siguiente, pidió prestado un teléfono y llamó a SoftBank, la compañía que le proporciona el servicio, para cancelar la línea.
Una desagradable experiencia que aparentemente no tendría mayores consecuencias. El japonés, identificado como Omomo en Twitter, culminó su estadía en el extranjero y retornó a Japón.
Sin embargo, un día le llegó la factura de teléfono. Shock. Omomo, que normalmente paga entre 7.000 yenes (68 dólares) y 9.000 yenes (88 dólares) mensuales por el servicio, tenía que desembolsar esta vez la friolera de 994.919 yenes (casi 9.800 dólares).
Omomo –cuya historia ha publicado él mismo en Twitter y recoge el sitio RocketNews24– revisó la factura: el día del robo, el 29, SoftBank registró un consumo de llamadas por un monto de 22.615 yenes (221 dólares). El 30, el monto se disparó a 953.465 yenes (9.349 dólares).
Entre el robo y la llamada para cancelar la línea transcurrieron 15 horas.
Un tuitero hizo cálculos y concluyó que incluso si el ladrón hubiera hablado por teléfono sin parar durante las 15 horas que la línea estuvo operativa, el costo bordearía los 238.500 yenes (2.338 dólares), motivo por el cual duda de las cifras de SoftBank.
Omomo reportó su caso a la compañía de telecomunicaciones y a la policía. ¿Qué le dijeron? Que será exonerado de pagar la factura si el ladrón es atrapado. ¿Cuán posible es eso? Es casi imposible. No obstante, Omomo aún espera resolver el problema sin tener que desembolsar los casi 10.000 dólares que el ladrón consumió. (ipcdigital)