“Apoyamos a sus habitantes en su lucha por la paz y la dignidad”, dicen
Un grupo de personalidades internacionales, incluidos los cineastas estadounidenses Oliver Stone y Michael Moore, han firmado una declaración en la que condenan el plan para recolocar una base militar de EEUU en la isla japonesa de Okinawa.
«Nos oponemos a la construcción de una nueva base militar de Estados Unidos en Okinawa, y apoyamos a sus habitantes en su lucha por la paz, la dignidad, los derechos humanos y la protección del medio ambiente», se señala en la nota difundida por la agencia Kyodo.
Las autoridades de la provincia japonesa de Okinawa autorizaron a finales del pasado diciembre el traslado de la polémica base militar estadounidense de Futenma a la zona norte de la isla principal de la región.
El gobernador provincial, Hirokazu Nakaima, aprobó finalmente las obras en la zona costera de Henoko, donde está previsto que se sitúe la nueva base, después de llevar años exigiendo que las instalaciones fueran trasladadas fuera de Okinawa.
«La decisión del gobernador Nakaima no refleja la voluntad popular del pueblo Okinawa», se señala en el comunicado, en el que se recuerda que las encuestas muestran como el rechazo a la base oscila entre el 70 y el 90 por ciento.
Los 29 firmantes iniciales, entre los que se encuentran además también el académico Noam Chomsky y el historiador John Dower, provienen de Estados Unidos, Canadá, Europa y Australia.
Okinawa alberga a más de la mitad de los cerca de 48.000 soldados que EEUU mantiene en Japón, y un 20 por ciento del suelo de la isla principal de la provincia es terreno militar estadounidense.
El traslado de la polémica base, que se encuentra enmarcada en el mismo centro urbano de la localidad de Ginowan (94.000 habitantes), lleva años atascada ante la fuerte oposición de los políticos y la población local (que exigen su retirada de Okinawa) desde que Japón y EEUU cerraran un acuerdo para trasladarla en 1996.
La base de Futenma, que ocupa cerca de 480 hectáreas, está situada en plena ciudad y completamente rodeada de viviendas y edificios públicos, lo que durante años ha generado protestas de sus ciudadanos por el ruido y por la posibilidad de que se produzcan accidentes.
El Ejecutivo central lleva años intentando que el Gobierno de la provincia acepte construir la nueva Futenma en tierra ganada al mar en Henoko, un área con un ecosistema protegido situado en el norte de la misma isla. (EFE)