Gobierno de Japón busca acelerar el proceso de descontaminación
El Gobierno nipón ha decidido permitir a técnicos en descontaminación nuclear pernoctar en zonas alrededor de la accidentada planta atómica de Fukushima que presentan altos índices de radiación, informó hoy la cadena pública NHK.
En condiciones normales, el acceso solo se permite durante unas pocas horas a estas áreas, en las que pasar la noche está terminantemente prohibido.
La medida tiene como objetivo acelerar el proceso de descontaminación de estas zonas que rodean a la planta nuclear, afectada por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
Tras el accidente, el Gobierno creó un perímetro de seguridad de entre 10 y 20 kilómetros en torno a la central en el que se cuentan estas zonas de acceso limitado y otras donde se prohíbe totalmente la entrada porque los niveles radiactivos son demasiados altos.
Este nuevo permiso especial solo será efectivo en áreas en las que las lecturas de niveles radiactivos no impliquen una exposición de más de 20 milisievert al año y solo será válido para trabajadores que participen en proyectos que el Gobierno considere «especialmente indispensables» para la recuperación de los municipios.
Las autoridades de las localidades afectadas y empresarios de estas zonas pidieron al Ejecutivo que autorizara esta medida debido a los atascos que se producen cada jornada en las vías de la región ante el gran número de equipos de limpieza y de reconstrucción de infraestructuras destruidas por la catástrofe de 2011.
Los municipios deberán remitir ahora solicitudes al Gobierno para que éste evalúe qué proyectos de descontaminación son «indispensables».
Serán las propias empresas de limpieza contratadas por los municipios las que deberán hacer un seguimiento exhaustivo de los niveles de exposición de los trabajadores que pasen la noche en estas zonas.
El accidente nuclear de Fukushima, el peor desde el de Chernóbil en 1986, mantiene a 52.000 personas desplazadas de las zonas en torno a la central que resultaron más contaminadas y ha afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca locales. (EFE)