Cifra ensombrece el programa de Abe
El Gobierno de Japón recortó hoy en ocho décimas el crecimiento de su producto interior bruto (PIB) entre julio y septiembre, por lo que el avance pasó del 1,9 al 1,1 por ciento a ritmo anual.
Este dato revisado subraya las dudas sobre la efectividad real que está teniendo el agresivo programa de reforma económica impulsado por el primer ministro conservador Shinzo Abe desde su llegada al poder en diciembre de 2012.
La actualización del balance para el periodo julio-septiembre también recortó el avance intertrimestral en dos décimas, y así éste paso del 0,5 por ciento al 0,3 por ciento.
El resultado ha cogido a muchos analistas por sorpresa, ya que muchos de ellos esperaban una revisión al alza de hasta casi medio punto porcentual.
El crecimiento de la inversión de capital corporativo, que originalmente se situó en el 0,2 por ciento, también fue recortado en dos décimas y quedó plano, según datos publicados hoy por la oficina del Gabinete nipón.
En cambio, el consumo privado, uno de los pilares de la economía nipona, vio incrementado en una décima su avance, que quedó en el 0,2 por ciento.
La mayoría de analistas cree que este componente registra ahora un mayor impulso temporal de cara al incremento previsto para abril en Japón del impuesto sobre el consumo, que pasará del 5 al 8 por ciento.
Esta revisión a la baja del avance del PIB deja abierta la puerta a que el Banco de Japón pueda acometer nuevas medidas de flexibilización de cara a alcanzar su meta de situar la inflación en el 2 por ciento interanual para 2015, tal como ha venido sugiriendo el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, esta pasada semana.
El pasado abril la entidad emisora activó un programa de compra masiva de bonos de cara a duplicar la base monetaria de Japón para acabar con 15 años de ciclo deflacionario, una medida promovida por el propio Abe que disparó el avance de la Bolsa de Tokio y favoreció la caída del yen, lo que beneficia a las exportaciones niponas. (EFE)