Cocineros se esmeran preparando los platos que aparecen en sus obras
Adrián Espallargas / EFE
Las constantes referencias culinarias son un elemento muy característico de las novelas del más popular de los autores nipones, Haruki Murakami, y sus páginas inspiran menús de restaurantes y libros de recetas.
Algunos de los pasajes claves de sus libros están marcados por ciertos platos o por las habilidades culinarias de los personajes de sus novelas, por lo que varios amantes de las obras de Murakami se han esforzado en recrear algunos de los platos más destacados de su literatura.
Un ejemplo de ello es el restaurante Tsumiki, situado en la ciudad nipona de Nishinomiya (centro), en la que se crió el exitoso autor, donde se elaboran los platos más importantes de la exitosa novela «Norwegian Wood» (Tokio Blues).
«Lo más complicado a la hora de elaborar estos platos fue que no había fotos, por lo que tuve que leer minuciosamente lo que estaba escrito y usar mi imaginación para crearlos», explica el chef de Tsumiki, Eishu Kanayama, que comenzó con esta hazaña hace dos años.
En «Norwegian Wood», el corazón del protagonista, Toru Watanabe, es conquistado por la destreza en la cocina de una mujer llamada Midori, quien es capaz de elaborar deliciosos platos japoneses como «caballa marinada en sopa de miso al estilo de Kioto» o «arroz salteado con setas shimeji».
«La cocina de Midori era mucho mejor de lo que nunca me hubiera imaginado», comenta Watanabe en una de las escenas del libro.
El restaurante está localizado a escasos metros del templo sintoísta de Nishinomiya y que los habitantes dicen que inspiró al autor para crear su novela «Norwegian Wood».
Sin embargo, los esfuerzos de este restaurante nipón no son los primeros por extraer los platos de las obras Murakami. Ya en 2001, un grupo de ilustradores, fotógrafos y psicoanalistas crearon un libro, llamado «Recetas de Murakami» en el que se recogía la forma de elaborar los platos que formaban parte de sus primeras novelas.
Los autores del libro creen que los primeros platos que el escritor incluyó en sus obras estaban marcados por su experiencia trabajando en su café Peter Cat, local con el que se ganaba la vida antes de convertirse en una estrella literaria, según recoge un artículo del diario Asahi.
La cocina es una parte muy importante en la vida y la obra del autor, y, por ello, escribió en 1998 una guía de viaje en la que volvía a visitar algunos de sus restaurantes favoritos a los que acudía cuando era joven en los alrededores de la ciudad de Kobe.
«Recuerdo todas las veces que bebíamos cerveza y comíamos pizza juntos. Hablamos sobre lo que queríamos hacer con nuestras vidas. Pero nada ha salido como esperamos», sentencia Murakami en esta guía de viaje titulada «Región remota, distancia corta» (1998).