Dos hombres estaban con él cuando se cometieron crímenes por los que fue sentenciado
Los abogados del japonés Iwao Hakamada, el hombre que más tiempo lleva en todo el mundo en un corredor de la muerte, 44 años, han anunciado que hay nuevas pruebas que pueden demostrar que su cliente es inocente del asesinato múltiple que se le imputa.
Esas pruebas a favor de Hakamada, de 77 años, podrían brindar apoyo a su solicitud de apelación, sobre la cual delibera un tribunal de la prefectura de Shizuoka (centro), informó la agencia Kyodo.
Hakamada, un exboxeador que padece una enfermedad mental, fue condenado a la pena de muerte en 1968.
El tribunal que lo juzgó consideró probado que en 1966 apuñaló hasta la muerte al dueño de la pequeña fábrica de miso (soja fermentada) donde trabajaba, así como a la mujer de éste y a sus dos hijos.
La casa de la familia asesinada fue incendiada después.
No obstante, él siempre se declaró inocente del crimen y la investigación del caso estuvo rodeada de todo tipo de irregularidades.
Hakamada aseguró que fue coaccionado por la policía para firmar una declaración reconociendo la autoría del asesinato.
Sus abogados explicaron que las nuevas pruebas a su favor han salido a la luz en los testimonios que presentaron en su día a la policía dos hombres que compartían alojamiento con él, en el mismo recinto de la fábrica, cuando se cometieron los asesinatos.
Ambos explicaron que abandonaron junto a Hakamada sus respectivas habitaciones la noche de autos al escuchar sirenas y que los tres intentaron apagar las llamas.
Estas declaraciones no se tuvieron en cuenta en el fallo del tribunal que condenó a Hakamada, en el cual quedó reflejado que nadie había visto al acusado desde la noche anterior al asesinato.
Estos testimonios se encuentran entre otros 130 elementos de prueba relacionados con el asesinato múltiple que han sido entregados por la fiscalía de Shizuoka a los abogados y al tribunal el pasado julio, después de que la corte instara a la liberar nuevas pruebas.
Esta es la segunda vez que Hakamada ha solicitado la apelación después de que su primera petición fuera rechazada en 1994.
Japón, que junto con Estados Unidos es el único país industrializado y democrático que aún aplica la pena de muerte, ejecuta en la horca en el mayor de los secretos.
Lo hace sin aviso previo a los condenados y sin testigos, lo que desata duras críticas de las organizaciones humanitarias, que subrayan la tortura psicológica que supone este procedimiento. (EFE)