Analistas chinos creen que líder japonés apunta a minimizar la influencia china en la región
En China no ven con buenos ojos el acercamiento de Japón a los países del sudeste asiático. Cerca de cumplir un año en el poder, el primer ministro japonés Shinzo Abe ya ha visitado todos los países de la región. El último fin de semana, estuvo en Laos y Camboya.
Analistas chinos entrevistados por el vocero oficial de Pekín, China Daily, dijeron que Abe, más que fortalecer sus lazos bilaterales con los países del sudeste asiático, busca debilitar la creciente influencia china en la zona.
Los expertos consideran que las visitas del gobernante japonés tienen motivaciones políticas y que entre los temas abordados en sus viajes por la región figuran la fuerte presencia militar china y los conflictos territoriales que enfrenta a Pekín con Brunéi, Filipinas, Vietnam y Malasia.
Abe se ha propuesto aislar a China estrechando lazos con los países del sudeste asiático, según Lu Yaodong, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales. Otros analistas afirman que el gobernante nipón apunta a consolidar sus vínculos con Indonesia y Filipinas entre los países de ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), y que las naciones que recientemente visitó, Laos y Camboya, tradicionales amigos de Pekín, también forman parte de su estrategia de “aislamiento” de China.
No obstante, Wu Shicun, del Instituto Nacional de Estudios del Mar de China Meridional, cree que en caso de un conflicto entre Tokio y Pekín los países de la región probablemente se mantendrán neutrales, atendiendo a sus propios intereses y a la búsqueda de equilibrio entre los poderes regionales.
Japón tiene previsto celebrar el próximo mes una cumbre especial con los líderes de la ASEAN en Tokio.