Medición se hace a través de electrodos en el volante y el asiento del conductor
Un grupo de investigadores y empresas niponas trabajan en el desarrollo de un sistema para automóviles que sea capaz de avisar al conductor antes de tiempo si va a sufrir un fallo cardíaco, y evitar así accidentes, informó la agencia Kyodo.
El proyecto contempla instalar en el volante electrodos que permitan realizar un seguimiento electrocardiográfico del conductor y sensores que detecten las ondas del pulso creado en sus vasos sanguíneos cuando la sangre es bombeada desde el corazón.
Para mayor precisión, el asiento contaría también con electrodos para poder realizar el electrocardiograma incluso aunque el conductor solo utilice una mano para manejar el volante.
Los datos serían analizados en tiempo real y un sistema de voz informaría de síntomas peligrosos y recomendaría entonces detener el vehículo.
El proyecto, aún en su fase inicial, fue una propuesta presentada por el profesor Takao Kato, de la Escuela Universitaria de Medicina Nippon, a Toyota Motor, primer productor mundial de vehículos, cuando la empresa abrió una campaña pública para recibir propuestas de desarrollo para mecanismos que mejoren la seguridad en carretera.
La compañía aceptó el proyecto de Kato, que encabeza ahora a un grupo de investigadores de su escuela médica, Denso, la empresa de componentes del grupo Toyota también colabora en el desarrollo.
El equipo acaba de concluir un estudio en el que se hizo un seguimiento electrocardiográfico a un grupo de personas con un monitor Holter.
La investigación concluyó que de las 34 que sufrieron fibrilaciones ventriculares o ataques al corazón, 31 mostraron un patrón común de alteraciones en el sistema nervioso autónomo entre una y dos horas antes de sufrir las complicaciones cardíacas.
«Si ese patrón puede ser detectado, se podría alertar de antemano si se va a sufrir un ataque al corazón», explicó Kato en declaraciones recogidas por Kyodo.
«La cuestión ahora es cómo mejorar la precisión de esa detección», añadió.
Un estudio municipal del Gobierno Metropolitano de Tokio concluyó que más del 50 por ciento de las muertes repentinas que se producen cada año al volante en la capital nipona se deben a ataques cardíacos. (EFE)