Lo acusan de involucrar al emperador en temas políticos
El legislador japonés Taro Yamamoto ha sido fuertemente criticado en su país por entregarle al emperador Akihito una carta en la que expresa su temor por el impacto que tiene en la salud la crisis nuclear en Fukushima, informó Reuters.
Akihito es símbolo de Japón y se mantiene por encima de los temas políticos. El gesto de Yamamoto ha sido percibido como un intento de “contaminar” al emperador con asuntos que no le competen.
El ministro de Educación, Hakubun Shimomura, llegó incluso a pedir la renuncia del legislador. En declaraciones recogidas por la NHK, cuestionó a Yamamoto por lo que considera una utilización del emperador con fines políticos.
El ministro portavoz, Yoshihide Suga, también desaprobó su conducta.
Yamamoto aprovechó el jueves la realización de una fiesta para celebrar el otoño para hacer llegar a manos de Akihito la misiva.
El legislador se justificó diciendo que deseaba informar directamente al emperador de la situación en Fukushima. “Quería que él supiera de los niños que están siendo contaminados por la radiación. Si esto sigue así, habrá consecuencias graves para la salud», subrayó.