Bajos salarios y duras condiciones físicas los desaniman
La industria de la construcción en Japón enfrenta un serio problema: la escasez de mano de obra joven.
Los jóvenes son reacios a trabajar en la construcción debido a su fuerte exigencia física y los bajos salarios, reveló Kyodo. Muchos no soportan el fuerte calor del verano o el intenso frío del invierno y renuncian antes de cumplir un año en el trabajo. Las empresas no solo pierden mano de obra, sino también la inversión hecha en ella, pues su formación toma varios años.
El año pasado, la industria de la construcción empleó a 5,03 millones de personas, casi 20 % menos que en 2002 (6,18 millones).
Solo uno de cada diez trabajadores tiene 29 años o menos. Además, alrededor de un tercio tiene 55 años o más. Ante la previsible jubilación de muchos de estos, la escasez se agudizará en la próxima década, a menos que el sector consiga atraer a trabajadores jóvenes.
Por otro lado, la inversión en construcción ha caído de 84 billones de yenes en el año fiscal 1992 a 45 billones de yenes en el año fiscal 2012, un notorio descenso de casi 50 % que dificulta pagar mejores salarios.
Un obrero de construcción gana menos de cuatro millones de yenes (40.700 dólares aproximadamente) al año, un 70 % de lo que percibe la fuerza laboral de otras industrias en Japón. La Federación de Contratistas de Construcción del país espera elevar las remuneraciones a –por lo menos– seis millones de yenes (61.000 dólares) anuales.
La crisis de mano de obra también afecta la reconstrucción en las zonas devastadas por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011. Las ofertas de empleo superan largamente el número de buscadores de trabajo. Por ejemplo, en la prefectura de Miyagi, en agosto, solo hubo 426 solicitantes de empleo ante las 1.841 vacantes disponibles.
La falta de mano de obra retrasa los trabajos y encarece los proyectos, explicó a Kyodo un funcionario de la industria local.
La escasez se agravaría si –como temen algunos– el inicio de obras en Tokio ante la proximidad de los Juegos Olímpicos de 2020 atrae a gente –espoleada por los mejores salarios en la capital– que está trabajando en la reconstrucción de la región.
El gobierno japonés no se ha quedado con los brazos cruzados. En abril, elevó los ingresos de los trabajadores de obras públicas a 15.175 yenes (154 dólares) por hora (15,1 % más). Con respecto a los que laboran en Iwate, Miyagi y Fukushima, la subida fue de 21 %.