Ambas partes representan más de un tercio del PIB mundial
La Unión Europea (UE) y Japón abrieron hoy en Bruselas la tercera ronda de negociaciones para un tratado de libre comercio que, entre otros logros, el bloque europeo espera que facilite a sus empresas acceder al mercado nipón.
«La tercera ronda de negociaciones entre la UE y Japón comenzó en Bruselas esta mañana», informó el portavoz comunitario de Comercio, John Clancy, a través de Twitter.
El equipo negociador de la UE está dirigido por el jefe de la Dirección General de Comercio de la CE, Mauro Petriccione, mientras que encabeza el equipo japonés el embajador Jun Yokota.
Según indicó el portavoz de la Comisión en dicha red social, las partes iniciarán las reuniones, que se prolongarán hasta el próximo viernes, con una discusión sobre «la importancia del comercio para el crecimiento económico».
Entre otros objetivos, en la agenda de la UE en estas negociaciones figura el «hacer más fácil que las compañías europeas puedan acceder al mercado japonés», especificó.
La última ronda que celebraron las partes tuvo lugar del pasado 24 de junio al 3 de julio en Tokio, sólo dos meses después de la primera, que también tuvo lugar en la capital belga.
La CE indicó al término de la segunda ronda que se habían alcanzado «buenos progresos», y destacó que la negociación se había centrado en todas las áreas del futuro acuerdo.
Las sesiones de trabajo se dividieron entonces en catorce grupos de trabajo sobre temas como el comercio de bienes, servicios, inversiones, competencia, compras del sector público y comercio y desarrollo sostenible.
El objetivo de estas negociaciones es lograr un acuerdo global sobre bienes, servicios e inversiones; eliminar barreras arancelarias y no arancelarias, y abarcar otros asuntos relacionados con el comercio como las compras públicas, regulación, competencia y desarrollo sostenible, según la CE.
Japón espera que con el TLC se incrementen sus exportaciones, un pilar que sustenta cerca del 40 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del país, sobre todo en industrias como la automovilística y la electrónica a través de la eliminación de las tarifas impositivas europeas.
Mientras, las barreras no arancelarias niponas suponen el principal obstáculo para la UE, que busca su eliminación para lograr un mayor acceso a los protegidos sectores públicos de la tercera economía mundial.
El tratado al que aspiran ambas partes podría impulsar la economía europea del 0,6 al 0,8 % de su PIB, así como crear 400.000 nuevos puestos de trabajo, según datos de la CE.
Además, la UE espera que sus exportaciones a Japón se incrementen en un 32,7 % y, las japonesas hacia la Unión, en un 23,5 %.
Japón es el séptimo mayor socio comercial de la UE a nivel mundial y el segundo en Asia, por detrás de China, mientras que el bloque europeo es el tercer principal socio comercial de Japón tras China y Estados Unidos.
Juntos, la UE y Japón representan más de un tercio del PIB mundial. (EFE)