Primer ministro defiende candidatura olímpica de la capital japonesa
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha garantizado a los miembros del COI que eligen hoy la sede de los Juegos Olímpicos de 2020 que las fugas de agua radiactiva en la central nuclear de Fukushima «no han tenido nunca ni tendrán un impacto sobre Tokio».
Abe, que participó en la presentación de Tokio ante el COI en Buenos Aires, abordó de forma inmediata el problema de Fukushima.
«Algunos de ustedes pueden estar preocupados por Fukushima. Permítanme asegurarle que la situación está bajo control y que no ha tenido nunca ni tendrá un impacto sobre Tokio», afirmó el primer ministro.
Los participantes en la exposición de Tokio recurrieron en numerosas ocasiones a sus recuerdos personales para subrayar la importancia del deporte en la vida de los japoneses.
Abe habló de las imágenes que guarda de los Juegos de Tokio 1964, cuando él tenía 10 años y aprendió «que los deportes conectan al mundo y dan a todos las mismas oportunidades».
«El legado olímpico no se refiere a los edificios, sino a una visión global y a la inversión en la gente», agregó Abe, llegado para la ocasión a Buenos Aires desde la cumbre del G20 en San Petersburgo, como sus colegas de España, Mariano Rajoy, y de Turquía, Tayyip Erdogan.
«La elección de Tokio significa la elección de un impulso nuevo y poderoso para el Movimiento Olímpico», aseguró Abe.
«Elijan a Tokio hoy y elegirán a una ciudad apasionada y orgullosa, que quiere trabajar con el COI para que el mundo sea un lugar mejor», destacó.
La princesa Akiko de Mikasa habló en nombre de la familia imperial japonesa para agradecer al COI sus programas de apoyo a los jóvenes y los deportistas de Fukushima tras el terremoto y el tsunami de marzo de 2011.
«Nos dieron motivos para sonreír otra vez y ese legado pervivirá en el corazón de los jóvenes», afirmó la hija mayor del fallecido príncipe Tomohito de Mikasa, primo del emperador Akihito.
Akiko destacó que, aunque era la primera persona de la familia imperial que hablaba ante la asamblea del COI, siempre han sido «muy activos» en la defensa del deporte.
La intervención más emotiva fue la de la atleta paralímpica Mami Sato, que perdió una pierna debido a un cáncer y cuya localidad natal fue arrasada por el tsunami.
«El deporte me ha enseñado a valorar lo que tengo, no lo que he perdido», afirmó al borde de las lágrimas.
El presidente de la candidatura y del Comité Olímpico Japonés, Tsunekazu Takeda, aseguró que la organización de los Juegos de Tokio se basaría en tres pilares, «el cumplimiento con los compromisos, la celebración y la innovación».
Tras recordar que «nunca un deportista japonés ha dado positivo en un control antidopaje en Juegos Olímpicos o Paralímpicos», dijo a los miembros del COI que «votar a Tokio es votar por una experiencia soberbia» y que la capital japonesa es «el socio adecuado en el momento adecuado».
El empresario Masato Mizuno, director de la candidatura, mostró un mapamundi con un círculo en torno al oriente asiático y destacó que en su zona de influencia «hay más gente joven que en el resto del planeta».
Mizuno aseguró que se ha mejorado el proyecto de 2016, entre otros aspectos con una Villa Olímpica «mayor y en mejor sitio».
El gobernador de Tokio, Naoki Inose, presumió de «instalaciones punteras en las que se sigue invirtiendo» y subrayó el gran dato económico de la candidatura: un fondo de 4.500 millones de dólares reservado «para hacer frente al pago de diez nuevas sedes deportivas».
Tokio empleó a una presentadora de televisión, Christel Takigawa, para hablar de la calidad de vida en Tokio, ciudad de la que el doble medallista en esgrima Yuki Ota mencionó que es «la capital mundial de la cultura joven». (EFE)