Pronostican una lucha muy ajustada entre las dos primeras ciudades
Natalia Arriaga / EFE
Madrid, Tokio y Estambul, las tres ciudades candidatas a organizar los Juegos Olímpicos de 2020, vuelven a llamar el sábado a la puerta del COI con la esperanza de recibir por fin un voto favorable que ligue su futuro al de la gran fiesta del deporte universal.
Todas han visto frustrados sus recientes intentos de acoger los Juegos, aunque Tokio ya los organizó en 1964. Desde que en 1981 se eligió la sede de 1988 entre Seúl y Nagoya (Japón), nunca habían llegado tan pocas ciudades al día de la elección. Son solo tres, lo que porcentualmente aumenta las posibilidades de victoria, pero con ofertas tan distintas que el resultado es impredecible.
Madrid, candidata por tercera vez consecutiva, confía en que los Juegos le reporten beneficios que van mucho más allá de lo estrictamente olímpico.
La reactivación de la economía española, la creación de empleo, el aumento del turismo, un nuevo salto adelante en los resultados deportivos y más y mejores oportunidades para los jóvenes son algunos de los réditos que Madrid espera que acompañen a la consecución de los Juegos.
Y todo ello con una ajustada inversión de 1.900 millones de dólares, una cifra insólitamente baja gracias a que la mayoría de las instalaciones y de las infraestructuras requeridas para organizar los Juegos (un 80%, según los responsables del proyecto) ya está en funcionamiento.
Madrid es plenamente optimista sobre sus opciones y se ve más cerca del triunfo que hace ocho y cuatro años, cuando perdió ante Londres y Río de Janeiro y consiguió un máximo de 32 votos. A falta de una confirmación final sobre el número de asistentes a la elección, la mayoría necesaria para ganar rondará los 49 votos.
La presencia en Buenos Aires del Príncipe Felipe, que después de su aplaudida intervención ante el COI en julio en Lausana (Suiza) se ha convertido en el gran promotor de la candidatura, y la contratación de una agencia de comunicación internacional, la misma que dio la victoria a Pekín en los Juegos de 2008 y a Rusia en el Mundial de fútbol de 2018, y que ha renovado el discurso madrileño, han puesto a Madrid en primera fila.
Los tres miembros españoles del COI, Juan Antonio Samaranch, Marisol Casado y José Perurena, que tienen contacto con compañeros votantes, llaman sin embargo a la prudencia, dicen que «todo es posible» y pronostican una lucha «muy ajustada» con Tokio.
La clave, añaden, reside en saber si ha calado el mensaje de que la actual crisis económica española no tendría incidencia en la organización de los Juegos en Madrid. Si se ha salvado este obstáculo, pocas pegas se pueden poner al proyecto español.
Únicamente jugaría en su contra el deseo de otros países europeos de pedir próximas ediciones de los Juegos, lo que les llevaría a votar ahora a Tokio.
La capital japonesa, la ciudad más poblada del mundo con sus más de 34 millones de habitantes, debe gastarse 4.380 millones de dólares en infraestructuras, pues tendría que construir el 60% de las instalaciones, pero presume de disponer ya de un fondo de reserva de 4.500. El nuevo estadio olímpico, que se levantaría sobre el de los Juegos de 1964, costaría 1.000 millones, y la Villa Olímpica, en la isla artificial de Harumi, más de 800.
Los escapes radiactivos en Fukushima, a 250 km de Tokio, han alterado su metódica campaña olímpica y el gobierno de Japón tuvo que anunciar el martes una inversión de fondos públicos por valor de 358 millones de euros para solventar las fugas de agua contaminada.
De igual modo pueden influir en la opinión de los votantes del COI las manifestaciones antigubernamentales de las últimas semanas en Turquía y la guerra en la cercana Siria, con más de 200.000 refugiados ya en tierra turca.
Estambul ha roto todos los presupuestos olímpicos con una inversión prevista de 19.200 millones de dólares, 16.800 de ellos destinados a mejorar su red de transporte y a construir el 70% de las sedes. El gobierno asegura que la mayor parte de ese dinero se invertirá en cualquier caso y que los Juegos se aprovecharían del crecimiento natural de la ciudad.
Los tres primeros ministros de los países implicados, el español Mariano Rajoy, el turco Recep Tayyip Erdogan y el japonés Shinzo Abe, llegarán a Buenos Aires antes de la elección, procedentes de San Petersburgo (Rusia), donde han participado en la cumbre del G20.
Nunca se sabe cómo se pueden tomar los miembros de COI este desfile político: Tony Blair fue decisivo para que Londres consiguiera los Juegos de 2012, pero Barack Obama se desplazó hace cuatro años a Copenhague para apoyar la candidatura de Chicago y esta fue la primera eliminada.
Los miembros que votan en primera ronda -a la espera de posibles ausencias- son 97. Como es habitual, si ninguna ciudad obtiene de entrada la mayoría absoluta se eliminará a la peor clasificada y se votará de nuevo.