Un «ruido», una confusión, una avería en la señal del sismómetro marino y medio país detenido.
La falsa alarma de terremoto de ayer, el 8 de agosto, fue uno de los errores más grandes desde que el Sistema de Alerta Temprana (Kinkyu Jishin Sokuho) empezó a funcionar en octubre de 2007 con la Agencia Meteorológica de Japón.
La alerta fue emitida en todos los canales de televisión, radio y teléfonos celulares tanto los keitai como smartphone. El sistema avisa sobre un evento sísmico entre 30 segundos y un minuto antes de que ocurra, tiempo en el que deben adoptarse acciones para reducir daños humanos y materiales.
El epicentro se fijó en Nara donde debía ocurrir un terremoto entre 6 y 7,8 de intensidad. Sólo hubo un sismo de 2,3 grados de magnitud en la escala de Richter en Wakayama, más al Sur del punto señalado.
Qué pasó? Un «ruido» confundió al sismómetro marino ubicado en alta mar frente a la provincia de Mie, según explicó la Agencia Meteorológica de Japón. Lo ocurrido a continuación fue de película de suspenso.
Los datos del «ruido» estaban siendo transmitidos a tierra cuando, aparentemente, un temblor cortó la señal en momentos que el sistema estaba analizando una posible fase previa a un gran terremoto de 7,8 grados de intensidad que iba a remecer hasta las provincias de Gunma y Tokio.
La Agencia dijo que en ese momento el sistema juzgó que el terremoto iba ocurrir en los siguientes segundos. Al recuperarse la señal del sismógrafo marino se dieron cuenta que la información completa solo advertía de un sismo de 2,3 grados en la escala Richter en la provincia de Wakayama.
No hubo tiempo para corregir la información. La alerta temprana se activó a las 16.55 y funcionó de maravilla. Inmovilizó trenes de superficie, el metro y el tren bala (Shinakansen) en casi todo el archipiélago nipón afectando a unos 200 mil pasajeros, según la cadena de televisión TBS.
Los canales de TV emitieron mensajes, millones de celulares hicieron sonaron sus alarmas al mismo tiempo y los edificios inteligentes soltaron los avisos con voz electrónica y detuvieron los ascensores.
Millones de personas quedaron estupefactas por unos segundos esperando lo más terrible….pero no ocurrió nada salvo el sismo de Wakayama y un aumento de llamadas telefónicas a Nara y Osaka y muchos mensajes en las redes sociales.
Toshihiko Hashida, encargado de la división de terremotos de la Agencia Meteorológica de Japón, pidió perdón por causar tantas molestias, pero afirmó que de todas maneras «hay que adoptar medidas de seguridad cuando haya una alerta de terremoto, así sea un sismo pequeño».
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