«Algunas fuerzas políticas de Japón están pidiendo preparativos militares para una guerra», sostiene
Pekín urgió a Tokio a corregir sus «irresponsables acusaciones» sobre China aparecidas en el Libro Blanco de Defensa 2013 de Japón, hecho público el martes y en el que se critica la creciente actividad militar de China en la región en torno al territorio que Japón considera suyo.
El volumen destaca el gran aumento de movimientos marítimos por parte de Pekín en aguas cuya soberanía reclama Tokio y habla de acciones «peligrosas» que pueden dar lugar a «contingencias imprevistas» y que por ello resultan «extremadamente lamentables».
Preguntada por ello, la portavoz china del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, urgió al país vecino a rectificar en sus acusaciones que, en su opinión, son «infundadas» ya que China mantiene que la actividad militar en zonas marítimas en disputa es «legítima» (al considerarlas de su soberanía).
En base a las recientes declaraciones desde Japón, Hua consideró que «algunas fuerzas políticas de Japón están pidiendo preparativos militares para una guerra, el rearme y cada vez más maniobras militares».
No obstante, Hua descartó un conflicto al señalar que «la comunidad internacional no debe preocuparse sobre hacia dónde Japón está encaminándose».
Como en otras ocasiones, la portavoz china instó a Tokio a «corregir sus errores y a volver a las conversaciones para incentivar la confianza entre ambos países».
«China siempre está dispuesta a resolver las disputas a través de la consulta y el diálogo», insistió Hua, al mismo tiempo que quiso dejar claro que Pekín no aceptará «ninguna intromisión» en su territorio soberano.
La disputa entre ambos países surge en torno al archipiélago de las Diaoyu (llamadas Senkaku por Japón), cuya soberanía se disputan ambos países.
El último conflicto sucedió a finales de mayo cuando tres navíos de la Marina china expulsaron a varias embarcaciones japonesas que navegaban en las conflictivas aguas.
Las relaciones entre Pekín y Tokio llevan meses deteriorándose, desde que en septiembre del año pasado el Gobierno nipón nacionalizara el suelo de varias islas del mencionado archipiélago, algo que enfureció a Pekín.
Japón destaca en su Libro Blanco que desde entonces y hasta abril se han producido 41 intrusiones de embarcaciones chinas, muy por encima de las cinco que Tokio detectó entre 2008 y 2012.
«China está expandiendo su actividad y además hay falta de transparencia en cuanto al aumento de los presupuestos que invierte en su ejército, y eso es motivo de preocupación para la comunidad global», explicó en una rueda de prensa para presentar el documento uno de los consejeros del Ministerio de Defensa, Masayoshi Tatsumi.
Pekín ha destinado a sus tropas este ejercicio unos 117.000 millones de dólares, un 10,7 % interanual más, y, aunque el gasto militar se ha disparado en Asia precisamente para compensar el empuje chino, el gigante asiático seguirá gastando más este año que Japón, Corea del Sur y Taiwán juntos. (EFE)