Controles de seguridad demorarán alrededor de medio año
La Autoridad Reguladora Nuclear de Japón validó hoy los nuevos requerimientos de seguridad necesarios para que las operadoras puedan solicitar la reapertura de las centrales nucleares, detenidas casi en su totalidad desde el accidente de Fukushima.
Las medidas determinadas por el máximo organismo nuclear nipón exigen hasta una docena de nuevas mejoras, entre ellas en los sistemas de ventilación, de cara a reducir la emisión de sustancias radiactivas en caso de emergencia, así como mayores medidas de prevención ante catástrofes naturales como terremotos o tsunamis.
Tras validar los nuevos requisitos, a partir de hoy aquellas operadoras que consideren que sus centrales nucleares cumplen con los estándares podrán solicitar a la Autoridad Reguladora (NRA, por sus siglas en inglés) la revisión de sus unidades.
En este sentido, según la agencia Kyodo, se espera que de manera inminente cuatro grandes eléctricas del país, entre las que se encuentra la de la maltrecha central de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), soliciten controles para al menos diez reactores atómicos, en un proceso que se estima durará cerca de seis meses.
Para ello, la NRA cuenta con tres equipos formados por unos 80 expertos que se dedicarán a responder a las solicitudes y a llevar a cabo los procesos de revisión de las unidades.
Desde que el tsunami de 2011 provocara en la central de Fukushima Daiichi el peor accidente nuclear desde Chernóbil en 1986, Japón mantiene suspendida la actividad en 48 de los 50 reactores con los que contaba antes de la crisis atómica.
Una vez que la autoridad nuclear valide la seguridad de las centrales nucleares, las operadoras deberán solicitar el consentimiento para su reapertura a las administraciones locales que alberguen las plantas, en un proceso que se antoja complicado.
En este sentido, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ya anunció que el Gobierno realizará «los mayores esfuerzos» por garantizar la seguridad y lograr el consentimiento de los gobiernos locales, algo que a pesar de no ser un requisito imprescindible se ha convertido en una especie de obligación moral en el país.
Precisamente, Taro Kono, miembro del gobernante Partido Liberal Demócrata, y conocido por su perfil antinuclear, avisó de la complejidad que supondrá este escollo en el objetivo de reanudar las plantas tras la catástrofe en Fukushima ya que, en su opinión, «ganar la confianza de la gente llevará mucho tiempo». (EFE)