Tras meses de amenazas norcoreanas, tensiones se disipan
Corea del Sur y Corea del Norte han acordado celebrar esta semana un «encuentro gubernamental» para reiniciar proyectos conjuntos, como la gestión del complejo de Kaesong o reuniones entre familias separadas por la guerra (1950-1953), tras meses de amenazas de Pyongyang.
La primera vez en la historia de las dos Coreas que ambas mencionaron conjuntamente la reunificación data del 4 de julio de 1972, cuando las representaciones de la Cruz Roja en ambos países comenzaban a entablar sus primeros contactos, en un documento que establece una serie de pasos a seguir.
Sin embargo, la cuestión no se abordó en reuniones de alto nivel hasta 1990, cuando se reunieron los primeros ministros de ambos países, en una toma de contacto seguida, un año después, por la firma de un pacto de reconciliación, cooperación, intercambio y no agresión, que echó por tierra el programa atómico de Pyongyang.
Pero la fecha que ha pasado a la historia de la península coreana fue el 14 de junio de 2000, en el 50 aniversario de la invasión del Norte al Sur que, en 1950, fue el origen de una guerra fratricida que duró tres años y a la que se puso fin por un armisticio.
Ese día, los líderes del Norte, Kim Jong Il, y del Sur, Kim Dae Jung, firmaron en Pyongyang un histórico acuerdo que afectaba a cuatro puntos relacionados con la reconciliación nacional y la disminución de las tensiones militares, además de la reunión de las familias separadas y la cooperación económica y social.
Las expectativas surgidas tras esta cumbre se enfriaron por culpa del programa de fabricación de armas nucleares norcoreano y de una escaramuza naval en el Mar Amarillo en la que perdieron la vida seis marineros surcoreanos, aunque siguieron los contactos.
El acercamiento bilateral más importante desde 2000 se produjo en junio de 2005, cuando Norte y Sur acordaron adoptar «medidas prácticas y sustanciales» para solucionar la crisis provocada por el programa nuclear norcoreano, además de establecer nuevos contactos militares y humanitarios.
La segunda reunión en medio siglo entre los líderes de ambos países, en esta ocasión Kim Jong-Il y Roh Moo-hyun, tuvo lugar en Pyongyang en octubre de 2007, en una cumbre que finalizó con una Declaración de Paz a favor de la desnuclearización de la península, mayor cooperación económica y un tratado de paz, que supondría el fin de la «Guerra Fría».
En los dos años siguientes las reuniones familiares estuvieron suspendidas debido al deterioro de las relaciones intercoreanas desde que el conservador Lee Myung-bak asumió la presidencia surcoreana, en febrero de 2008.
En 2009 el lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Pyongyang y su segunda prueba nuclear subterránea, tras la de 2006, dieron lugar a uno de los momentos de mayor enfrentamiento.
La tensión en la península coreana volvió a ponerse al rojo vivo en mayo de 2010, cuando Seúl acusó oficialmente a Pyongyang del hundimiento de su corbeta «Cheonan» el 26 de marzo anterior que causó la muerte de 46 marinos.
En el mes de noviembre, Pyongyang perpetró uno de los ataques más graves sobre territorio surcoreano desde el final de la Guerra de Corea, con el lanzamiento de múltiples rondas de artillería sobre la isla de Yeonpyeong, causando 4 muertos y una veintena de heridos.
Un nuevo capítulo de tensiones con Corea del Norte comenzó el 7 de marzo de 2013, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU impuso nuevas sanciones al país comunista por su tercera prueba nuclear.
El régimen de Kim Jong-un, que asumió las riendas del país en diciembre de 2011 tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, declaró el «estado de guerra» con su vecino del Sur, dio por finalizado el armisticio y amenazó con atacar intereses de Estados Unidos.
Tras meses de amenazas, en junio de 2013 el régimen de Corea del Norte ofreció al Sur retomar el diálogo para reiniciar proyectos conjuntos o encuentros entre familias separadas, una propuesta conciliadora que fue aceptada por Seúl. (EFE)