Accidente nuclear provocó la ruina del negocio de Shigekiyo Kanno
Shigekiyo Kanno, un granjero de Fukushima, se suicidó en junio de 2011 desesperado por la ruina de su negocio de producción de leche causada por el accidente nuclear ocurrido en marzo.
Su viuda, la filipina Vanessa Kanno, ha entablado una demanda a Tepco, operador de la averiada central, a través de la cual le exige alrededor de 126 millones de yenes de compensación, informó The Japan Times.
«Si no fuera por el desastre nuclear, él todavía estaría vivo», dijo la mujer a los medios. «Se nos privó de todo. Mis hijos perdieron sus sueños. Estoy totalmente impotente», agregó.
Tras el accidente, el gobierno de Japón ordenó suspender el despacho de leche por precaución ante el temor de que los productos agrícolas de Fukushima estuviesen contaminados.
Dos meses antes de la catástrofe, Kanno había solicitado un préstamos de cinco millones de yenes para ampliar su negocio. La crisis nuclear hizo imposible que pudiera honrar su deuda.
El abogado de la demandante subrayó que el desastre nuclear provocó la ruina del negocio de Kanno y la separación de su familia, pues su mujer y sus dos hijos partieron rumbo a Filipinas huyendo de la radiación.
Junto al cadáver de Kanno, fue hallado un mensaje escrito en una pared del cobertizo donde se quitó la vida que decía: “Si no hubiera habido reactores nucleares…”. Además, se disculpaba con su familia por su trágica decisión.
En la conferencia de prensa estuvo presente el cineasta Hiroshi Shinomiya, que dirigió un documental sobre el drama de los agricultores de Fukushima. “Wasurenai Fukushima” contiene una entrevista a la viuda, en la que esta expresa su frustración por la muerte de Kanno.