Tokio «siempre mantiene abierta la ventana para el diálogo»
El Gobierno japonés consideró hoy positivas las declaraciones de un enviado especial de Corea del Norte a China, que subrayó la voluntad de Pyongyang de retomar el diálogo con los países implicados en lograr la desnuclearización de la península coreana.
«Es un desarrollo positivo el que Corea del Norte interrumpa sus acciones provocativas y muestre signos de aceptar el diálogo. Observaremos la situación detenidamente», dijo el ministro portavoz japonés, Yoshihide Suga, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
Las palabras de Suga llegan un día después de que el vicemariscal del ejército norcoreano, Choe Ryong-hae, dijera en Pekín durante un encuentro con el primer secretario del Partido Comunista chino, Liu Yunshan, que Pyongyang está deseoso de aceptar asesoramiento de China y llevar a cabo procesos de diálogo con actores pertinentes.
Los medios chinos también dijeron que durante la reunión con Liu (quinto en el escalafón chino), Choe dijo que Corea del Norte espera «crear un ambiente externo pacífico», porque desea centrar sus energías en el desarrollo económico y en mejorar la vida de sus ciudadanos.
Por su parte, Suga dijo que Japón «siempre mantiene abierta la ventana para el diálogo» con el régimen de Kim Jong-un, aunque añadió que «para lograr un diálogo, Corea del Norte debe primero realizar acciones concretas de cara a la desnuclearización».
Además del programa nuclear y de misiles del régimen, el principal obstáculo entre Tokio y Pyongyang es el secuestro de ciudadanos japoneses llevados a cabo por Corea del Norte durante las décadas de 1970 y 1980.
Japón sostiene que entre 1977 y 1983 al menos 17 japoneses fueron secuestrados por Corea del Norte para impartir lecciones de cultura e idioma en sus programas de adiestramiento de espías.
Hasta el momento solo cinco de ellos han podido regresar a su país.
Japón y Corea del Norte retomaron las conversaciones intergubernamentales en torno a este el pasado mes de agosto por primera vez en cuatro años, pero el lanzamiento en diciembre de un cohete de largo alcance por parte de Pyongyang supuso una nueva ruptura de sus encuentros.
Además, tras las sanciones impuestas por la ONU a Corea del Norte por su posterior prueba nuclear de febrero, el régimen llevó a cabo en marzo y abril una dura e insistente campaña de amenazas bélicas contra Corea del Sur, EEUU y Japón, cuyo tono ha rebajado en las últimas semanas. (EFE)