Ambas mujeres no tenían medios para mantenerse, pero rechazaron asistencia social
El Tribunal de Distrito de Sapporo halló culpable de asesinato a una mujer de 42 años por ayudar a su madre a suicidarse.
La extrema decisión fue impulsada por la precaria situación económica por la que atravesaban ambas mujeres.
Kumiko Osawa y su madre recibieron asistencia social desde 2006 hasta 2011, año en que Osawa decidió rechazarla. La acusada testimonió que depender del apoyo estatal “comenzó a sentirse como una tortura”, reportó Japan Daily Press.
Osawa buscó trabajo a través de la agencia de empleos Hello Work, pero no lo encontró.
Sin asistencia del Estado, madre e hija comenzaron a vivir de los 9.700 dólares que tenían ahorrados. El dinero se acabó, y la madre, que estaba enferma, le pidió a su hija en mayo de 2012 que la ayudara a suicidarse.
La madre tenía 70 años cuando falleció.
La fiscalía pidió una pena de tres años para la acusada, argumentando que ella podría haber solicitado beneficiarse nuevamente de la asistencia social en cualquier momento, pero decidió no hacerlo.
Un sondeo llevado a cabo a principios de mes por la Federación Japonesa de Instituciones Médicos halló que la mayoría de los beneficiarios de la asistencia social en Japón sienten vergüenza de depender del apoyo estatal, motivo por el cual se aíslan, absteniéndose de hacer vida en comunidad.
El 82,5 % dijo que “nunca” o “rara vez” participa en eventos comunitarios, mientras que el 69,5 % casi nunca –o nunca– asiste a bodas o funerales.