La Bolsa de Tokio suspendió hoy la cotización de las grandes corporaciones especializadas en industria pesada Kawasaki Heavy Industries y Mitsui Engineering & Shipbuilding entre rumores de que han iniciado conversaciones para fusionarse, según informó el diario económico Nikkei.
De fructificar las negociaciones, ambos fabricantes podrían crear un gigante de cerca de 2 billones de yenes (unos 14.440 millones de euros) anuales en ventas, solo por detrás de la Mitsubishi Heavy Industries, líder japonés del sector con unas ventas de 3 billones de yenes anuales (23.070 millones de euros).
Según los medios locales, las dos compañías han comenzado ya las negociaciones preliminares para la fusión, de la que actualmente discuten los detalles de una integración que podría materializarse el próximo año fiscal 2014.
Las dos empresas ya han sentado en la mesa de negociación a expertos asesores y a entidades financieras para que comiencen a cerrar el acuerdo, detalló Nikkei.
Mitsui Engineering, que se espera cierre el ejercicio 2012 con sus primeras pérdidas en 11 años, alcanzó el año pasado ventas por valor de unos 577.000 millones de yenes (4.440 millones de euros), mientras que Kawasaki Heavy logró cerca de 1.3 billones de yenes (10.000 millones de euros).
El acuerdo supondría la mayor fusión entre dos grandes compañías de la industria pesada desde 1960, cuando nació la actual corporación IHI, y podría resultar un nuevo importante grupo dentro del campo de la ingeniería en el sector energético.
Mitsui Engineering es una de las firmas más importantes en el desarrollo de instalaciones de gas y petróleo, un mercado que se espera se duplique en 2020 hasta los 11 billones de yenes (84.600 millones de euros).
Mientras, en el sector de astilleros, las ventas de las dos compañías alcanzarían integradas los 400.000 millones de yenes (3.080 millones de euros), lo que les permitiría situarse al mismo nivel que los dos líderes nipones, Imabari Shipbuilding y Japan Marine United.
Con la fusión se espera que ambas firmas puedan reducir significativamente los costes de producción y el gasto en investigación y desarrollo, con el objetivo de impulsarse en una industria dominada por los fabricantes de barcos chinos y surcoreanos. (EFE)