Fotógrafa Paula Fujiwara expone obras en el Instituto Cervantes
La búsqueda de la identidad, el proceso de integración y las diferencias culturales se dan la mano en una exposición fotográfica que repasa en Tokio la dualidad de los denominados «hafu», mitad españoles, mitad japoneses.
Bajo el título «Visiones ibéricas de un Japón diferente», la muestra, en el Instituto Cervantes de Tokio hasta el 7 de mayo, recoge la obra de la joven fotógrafa Paula Fujiwara, española de origen japonés, que a lo largo de 16 instantáneas trata de plasmar su identidad «hafu» (termino nipón acuñado del inglés «half»).
«La serie habla de la búsqueda de mi otra identidad, mi otra cultura, de ese proceso de integración y de mi necesidad de expresar de alguna manera lo que tenía dentro», detalló a Efe Fujiwara, de 34 años.
Su serie «Alter Ego» está compuesta por instantáneas a medio camino entre la abstracción y el simbolismo, con fondos blancos y negros que no permiten identificar paisajes o países, y la inquietante presencia de la modelo Yuriko Takato, con la que la autora catalana comparte origen español y raíces niponas.
«Las fotos nacen de mis sentimientos. He usado símbolos japoneses como telas de kimonos antiguos, el color rojo del sintoísmo o el bambú, que significa crecimiento, mezclados con otros españoles como son las mantillas o los flecos. Símbolos identificables que al juntarlos crean un lenguaje propio», explicó Fujiwara.
En muchas de las fotografías recurre a la técnica del «bodypainting» y al movimiento, plasmado con saltos y escorzos que representan «el esfuerzo emocional o intelectual» que supone aprender una lengua, en este caso tan compleja como el japonés, y adaptarse en una cultura tan lejana.
La española y la japonesa «son dos culturas completamente diferentes y te encuentras un poco en medio». Una sensación que si bien «puede ser frustrante al principio», luego, al cabo de los años, «se logra conciliar y aceptar la propia identidad».
Su «Alter Ego» tras la cámara es Takato, una profesora y psicóloga madrileña de 30 años, que llegó sola a Japón en 2008 para «encontrar las raíces», señaló a Efe.
«El tema de la identidad es algo que nos importaba», apuntó Takato, que confesó que las sesiones de fotos fueron «física y psicológicamente muy intensas y duras» en una experiencia similar «a una terapia».
«Alter Ego», que recibió el año pasado el Premio del Público y de la Excelencia de la galería tokiota Axis y ha pasado por salas de distintos puntos de España, como Madrid o Barcelona, comparte espacio en el Cervantes con la obra del portugués Felipe Casaca, que repasa en retratos y estampas sus numerosas visitas a Japón. (EFE)