Murió por un infarto según la policía, pero hijos no descartan homicidio
Edson Xavier/JPTV
La muerte del brasileño Akihiko Fujii en la ciudad de Ogaki (Gifu ken), por un ataque al corazón según la policía japonesa, podría no ser un caso cerrado como aparenta.
Los dos hijos y amigos del fallecido albergan dudas sobre el verdadero motivo de su muerte. ¿Por qué? En el momento en que Fujii, de 63 años, habría sufrido un ataque cardiaco, un japonés de 23 años estaba en la puerta de su apartamento. El sujeto no era un desconocido para el brasileño, pues en octubre del año pasado lo había atropellado.
El japonés cruzó un semáforo en rojo y arrolló a Fujii, que sufrió fracturas y escoriaciones. Estuvo internado tres meses en el hospital. En diciembre fue dado de alta y viajó a Gunma, donde pasó la Navidad y el Año Nuevo en la casa de uno de sus hijos.
Hace unas semanas el brasileño retornó a Gifu, donde debería comenzar sesiones de fisioterapia.
El japonés fue detenido como sospechoso, pero a las pocas horas fue liberado tras concluir la policía que Fujii murió por causas naturales.
Sus dos hijos aseguran que a pesar del accidente su padre estaba bien de salud y que no tenía ningún problema cardiaco. La versión policial no los convence y buscan que las investigaciones se profundicen.
El cuerpo de Fujii mostraba hematomas y escoriaciones en la cabeza y un corte profundo en la ceja derecha.
La policía sostiene que las lesiones se produjeron cuando el anciano cayó tras sufrir el presunto infarto y que sus anteojos causaron los cortes.
Marcelo Fujii, uno de los hijos, declaró que un día antes había hablado con su padre y que este estaba bien. La versión del infarto le parece extraña y aseguró que solo quiere conocer la verdad. Si la muerte fue causada por otra persona, quiere que se haga justicia.
La policía no ha revelado por qué el japonés acudió a visitar a Fujii y descartó que lo hubiera agredido.
Una persona llamó a la ambulancia tras ver al japonés intentar reanimar el brasileño, pero ya era tarde.