Ajinomoto en Tailandia y Perú, Asahi en Corea del Sur y Nissin en EE. UU.
La baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población en Japón están impulsando a las compañías japonesas de alimentos y bebidas alcohólicas a expandir sus operaciones en el extranjero, informó Nikkei.
Fortalecer la producción en el exterior es una manera rápida y de relativamente bajo riesgo de aumentar ganancias en comparación con el lanzamiento de nuevos productos, resaltó el diario japonés.
Ajinomoto prevé invertir 3.500 millones de yenes en una segunda planta para su marca de café Birdy en Tailandia.
Desde que el fabricante japonés entró en Tailandia en 1993, las ventas del café han crecido de 5 a 10 por ciento interanual. Birdy controló cerca del 70 por ciento del mercado tailandés en el año fiscal 2011.
Ajinomoto aspira a vender productos por un monto ascendente a 30.000 millones de yenes para el año fiscal 2016 en Tailandia. En el ejercicio fiscal 2011 vendió 18.000 millones de yenes.
En Perú, la compañía nipona ha invertido 800 millones de yenes para expandir su fábrica de fideos instantáneos. Los fideos Aji-no-men poseen el 90 por ciento del mercado local. Ajinomoto busca reforzar sus ventas a los países vecinos.
Para el presidente de la compañía alimenticia, Masatoshi Ito, la manera más rápida de incrementar ganancias es aumentar la producción en los sitios que ya rinden ingresos.
Por su parte, Nissin Holdings comenzará a vender esta primavera una versión mejorada de su Top Ramen exclusivo para EE. UU.
Mientras tanto, Asahi duplicó el número de comerciales de televisión para promover su cerveza Super Dry en Corea del Sur, lo que ayudó a aumentar sus ventas en un 30 por ciento entre enero y octubre.