En 1937 el Ejército japonés asesinó a entre 150.000 y 340.000 personas
China conmemoró el jueves el 75º aniversario de la Matanza de Nankín, perpetrada por tropas japonesas, en un momento de gran tensión entre Pekín y Tokio debido a las disputas territoriales en las islas Diaoyu/Senkaku, sobrevoladas también por aviones militares de ambos países.
Un avión militar chino entró el jueves a las 11.06, hora local japonesa, en el espacio aéreo de esas islas, lo que llevó a Tokio a enviar a la zona ocho cazas F-15 y un avión de alerta rápida E-2C, lo que elevó aún más las tensiones en una fecha de ingrato recuerdo para ambas partes.
Tal día como el jueves de 1937 se iniciaba en Nankín, entonces capital de la República de China, una masacre que se prolongó durante un mes y medio, recordada esta vez con una vigila de madrugada y una ceremonia solemne.
En aquel 13 de diciembre, el Ejército japonés invadió Nankín, y en las seis semanas siguientes sus tropas incendiaron y saquearon, violaron en masa a decenas de miles de mujeres y asesinaron a entre 150.000 y 340.000 personas, según distintas fuentes históricas.
El incidente aéreo ha reabierto las heridas del pasado, y en su rueda de prensa diaria el portavoz de Asuntos Exteriores chino Hong Lei recordó que aquella matanza fue «una atrocidad que cometieron las fuerzas militares niponas».
También preguntado por los sucesos del jueves, el portavoz oficial instó a Japón a que abandone las «actividades ilegales» que está llevando a cabo en el espacio aéreo de las islas, y al mismo tiempo consideró «normal» que aviones chinos las sobrevuelen.
«Las islas Diaoyu son territorio inherente chino desde tiempos inmemoriales, y es completamente normal que un avión nuestro las sobrevuele», señaló.
Hong también pidió que Tokio «garantice la seguridad de los chinos en Japón» tras conocerse que varios ciudadanos hongkoneses fueron detenidos en ese país por participar en una manifestación-homenaje por la masacre de Nankín.
Como cada año, China rememoró su particular «holocausto», en la antesala de la Segunda Guerra Mundial, con una ceremonia en el Memorial de las Víctimas de la Masacre de Nankín por los Invasores Japoneses, construido sobre una fosa común de más de 10.000 cuerpos.
Allí cientos de personas compartieron una vigilia con miles de velas encendidas, mientras otro grupo de velas formaba la fecha de la triste efeméride, «13 12 1937».
A la ceremonia que se celebra frente al memorial todas las mañanas de 13 de diciembre acudieron cerca de 9.000 personas, entre autoridades, algunos de los menos de 400 supervivientes de la masacre que quedan, vecinos de Nankín, visitantes de otras partes del país y asociaciones de amistad con China de ciudades japonesas.
El recordatorio comenzó con el uso de las alarmas antiaéreas de Nankín en señal de duelo, seguido por un momento de silencio y la lectura de un discurso que defendió no olvidar el dolor pese al paso del tiempo, con el fin de aprender de la Historia y preservar la paz y la armonía entre los pueblos. (EFE)