Cineasta japonés presenta “Outrage Beyond” en el Festival de Venecia
Mateo Sancho Cardiel / EFE
Dos contrincantes muy distintos batallaron hoy en La Mostra: a un lado el arsenal intelectual de Olivier Assayas con «Après mai», tapiz templado y melancólico de la adolescencia postmayo del 68, y al otro, el equipo japonés, mucho más violento bajo la dirección del maestro yakuza Takeshi Kitano.
En «Après mai», Assayas repliega su artillería narrativa hacia una reflexión íntima sobre la adolescencia después de un mayo que no puede ser sino el de 1968, y en el que la juventud intentaba tomar el testigo de los protagonistas de la revuelta.
Parece improbable que Takeshi Kitano, maestro del cine japonés y único director en competición de la 69 edición de La Mostra que ya tiene en su haber un León de Oro, que consiguió con «Hana-Bi» en 1997, repita gesta con un filme que no se encuentra entre lo mejor de su filmografía.
«Outrage Beyond», segunda parte de «Outrage», responde a la parte más hiperviolenta de un realizador que luego se ha revelado capaz de hacer sutiles pequeñas historias como «Kikujiro no natsu».
Reservándose el papel de yakuza indestructible de la vieja escuela en una época de corrupción moral que escandaliza hasta a la retaguardia de la mafia japonesa, Kitano teje un intrincado divertimento que, en cambio, exige una gran concentración por la cantidad ingente de personajes que maneja y lo rápido que acaban muriendo de la manera más creativa.
«Me gustaría poder hacer cine más artístico, pero tengo que hacer entretenimiento para tener espectadores», ha asegurado en la rueda de prensa después de un filme de género tan pasado de revoluciones que coquetea con la parodia.
«Las personas somos muy raras. Podemos reírnos de las escenas más violentas», ha añadido, en relación a una de las ejecuciones más brillantes -de las numerosas escenas impecables que diseña Kitano-, cuando una máquina que lanza pelotas de baseball golpea hasta la muerte a una de las víctimas de Othomo, su personaje.
Kitano elimina mujeres y niños de su película, haciendo de «Outrage Beyond» un filme cien por cien masculino, en el que yakuzas y agentes de Policía son el mismo perro con distinto collar.
«La mafia y la policía tiene en Japón la misma relación que en resto del mundo. Pero esta no es una película sobre la mafia japonesa, sino una visión realista sobre Japón», ha concluido.