Interés principal está centrado en las víctimas del acoso escolar
El gobierno de Japón ha lanzado un nuevo conjunto de directrices que buscan impedir los suicidios, poniendo énfasis en el apoyo a las víctimas del acoso escolar, informó la NHK.
En 2011, un niño de 13 años se quitó la vida en la ciudad de Otsu, en la prefectura de Shiga, tras ser agredido sistemáticamente por estudiantes de su escuela. Su caso se hizo público este año, reavivando el interés mediático por el bullying en Japón.
Las directrices instan a las escuelas y juntas educativas a actuar con rapidez ante los primeros signos de acoso escolar. En el caso del niño de Otsu, su escuela y la junta educativa local negaron inicialmente que el bullying estuviera detrás de su suicidio. Luego tuvieron que rendirse ante las evidencias.
En 2011, el número de estudiantes que se quitaron la vida superó los mil por primera vez.
El número de suicidios se ha incrementado entre los jóvenes y se registra una tendencia alcista entre los estudiantes.
Con respecto a las personas de mediana edad y ancianas, las medidas gubernamentales contra el suicidio han tenido un cierto impacto positivo.
Por otro lado, el gobierno pide una mayor cooperación entre las autoridades nacionales y locales y organizaciones civiles que apoyan a los supervivientes del tsunami de marzo de año pasado.
Las directrices han sido revisadas por primera vez desde 2007.