Compañía japonesa quiere poner en marcha la central de Kashiwazaki-Kariwa, ubicada en Niigata
El nuevo presidente de Tokyo Electric Power (TEPCO), propietaria de la accidentada central de Fukushima, pidió reactivar los reactores nucleares de la única planta que le queda operativa para asegurar el futuro de la eléctrica.
Kazuhiko Shimokobe, cuyo nombramiento fue aprobado el miércoles por los accionistas de TEPCO, aseguró que poner de nuevo en marcha la central de Kashiwazaki-Kariwa (noroeste de Japón) antes de abril de 2013 es «básico» para que la compañía pueda cambiar de rumbo.
Kashiwazaki-Kariwa es la última planta nuclear que le queda a TEPCO, ya que el terremoto y tsunami del 11 de marzo golpearon de forma irreversible las de Fukushima Daini y Fukushima Daiichi (donde se desató la peor crisis nuclear en 25 años).
El presidente de TEPCO matizó sin embargo, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, que la reanudación de operaciones en esta central nuclear requiere de la aprobación de la población local.
Como la mayoría de los municipios que acogen centrales en Japón, el Gobierno de la provincia de Niigata, donde se sitúa Kashiwazaki-Kariwa, rechaza por el momento la reactivación a menos que se apliquen medidas que permitan a la planta aguantar la embestida de fenómenos naturales.
En cualquier caso, la eventual reapertura de esta central está incluida en el plan de reestructuración a 10 años de TEPCO, dirigido a superar los aprietos económicos que atraviesa la mayor eléctrica de Japón tras el desastre en Fukushima y que incluye una inyección de casi 1.000 millones de euros de dinero público.
Esa inyección supondrá la nacionalización temporal de la empresa a partir de julio.
Preguntado sobre si TEPCO buscará a partir de ahora convertirse en una compañía que no dependa de la generación nuclear, Shimokobe, designado por el Gobierno nipón para liderar el reflote, añadió que no contempla una estrategia semejante, al menos para un periodo de entre cinco y diez años. (EFE)